6 febrero, 2025
La Misión Jesuita en la Sierra Tarahumara es un proyecto comprometido con la defensa de los derechos y la cultura del pueblo rarámuri. A través del trabajo en educación, salud, acceso al agua y reconstrucción del tejido social, los jesuitas buscan fortalecer la identidad de estas comunidades y mejorar su calidad de vida.
Un compromiso con la cultura y el territorio.
Desde hace décadas, la misión se ha dedicado a acompañar a los rarámuri en su vida cotidiana, respetando sus tradiciones y promoviendo su bienestar. Este trabajo se basa en la cercanía con las comunidades, el respeto por su forma de vida y el fortalecimiento de su autonomía. Uno de los aspectos clave es la recuperación de sus recursos naturales y la defensa de su territorio, ya que la falta de agua, la deforestación y el desplazamiento son desafíos constantes.
La labor jesuita tiene tres pilares fundamentales:
Los jesuitas tienen presencia en tres localidades clave:
Principales proyectos de la Misión:
1. Unidad Médica Santa Teresita
Desde su fundación en 1964, esta unidad médica ha trabajado para reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud de los rarámuri. Brinda atención médica a personas de escasos recursos y promueve programas de salud, educación y nutrición.
2. Pozos y cosecha de agua (Región serrana)
El acceso al agua potable es un problema en muchas comunidades de la sierra. A través de la perforación de pozos y la recolección de agua de lluvia, el proyecto busca mejorar las condiciones de vida y prevenir enfermedades relacionadas con la falta de agua.
3. Trueque de alimento por trabajo comunitario (región serrana)
Este programa fomenta el auto sustento en comunidades aisladas. A cambio de trabajo en beneficio de la comunidad, las familias reciben apoyo alimentario, fortaleciendo así la cooperación y la organización comunitaria.
4. Escuela primaria intercultural Benésika Anagupi (Rejogochi)
Ubicada en Rejogochi, esta escuela ofrece educación integral con un enfoque en la cultura rarámuri, permitiendo a los niños aprender desde su propia identidad y lengua.
5. Centros culturales Jesuitas de la Tarahumara
Estos espacios en Gavilana, Pamachi y Guaguachique buscan reforzar la educación de niños y jóvenes mediante actividades culturales, participación en fiestas comunitarias y trabajo colaborativo.
6. Comercio Justo de Artesanías
En Creel, se ha impulsado un espacio de comercialización para artesanos rarámuri, permitiendo la venta de productos hechos a mano y promoviendo su cultura a través del arte.
7. Programa de reconstrucción del tejido social
En Cerocahui, la misión trabaja con la comunidad para generar espacios de diálogo y construcción de paz, fortaleciendo la convivencia entre indígenas y mestizos.
8. Museo Loyola en Cusárare
Esta obra del padre Luis Verplancken, S.J., alberga una colección de arte sacro de los siglos XVII y XVIII, con 42 óleos restaurados que muestran la riqueza histórica de la región.
El proyecto depende del apoyo de voluntarios y donantes que desean contribuir al bienestar de la comunidad rarámuri.
Se puede colaborar de diversas formas:
Voluntariado: Participando en programas de salud, educación y cultura.
Donaciones económicas o en especie: Apoyando proyectos de salud, agua, alimentación y educación.
Difusión: Compartiendo información sobre la misión y su labor.
Para más información sobre cómo ayudar, visita: cacstac.org
Esteban Cornejo, SJ.