Un encuentro de sabiduría y hermandad: Pasantía en territorio Mapuche

Del 14 al 26 de noviembre de 2024, Margarita Quintero Carrillo, indígena rarómari de la Sierra Tarahumara, México, y Aldo Nehemías Hernández Hernández, jesuita comprometido con las comunidades indígenas, vivieron una experiencia transformadora en las comunidades mapuche cercanas a Tirúa y Quidico en Chile. Esta pasantía se centró en el intercambio cultural, espiritual y de saberes ancestrales entre los pueblos rarómari y mapuche, como un modo de aportar a fortalecer y sanar el tejido comunitario a partir del intercambio de sabidurías y aprendizajes en torno a la medicina de las plantas y diálogos sobre las luchas y resistencias de sus pueblos.

Durante su estadía, Margarita y Aldo convivieron con una familia en Quidico, compartiendo su vida cotidiana y participando en actividades comunitarias. En el marco del mes de María, su integración en la comunidad católica local fortaleció los lazos de fe y solidaridad.

Uno de los momentos más enriquecedores fue el encuentro con el grupo de medicina tradicional «lawen«. Aquí, aprendieron técnicas como la preparación de aceites esenciales y jabones naturales, mientras compartían prácticas tradicionales de sanación rarómari. Este intercambio no solo fortaleció el conocimiento mutuo, sino también los vínculos emocionales y culturales entre ambos pueblos, al compartir tanto sus alegrías como sus luchas.

Otra experiencia destacada fue la participación en rogativas mapuche, ceremonias profundamente conectadas con la naturaleza y la Madre Tierra. Estos rituales reafirmaron el compromiso de cuidar la tierra, una tarea que ambos pueblos consideran sagrada. La visita a la Machi Anita, una curandera mapuche, fue particularmente significativa para Margarita, quien encontró en esta reunión una conexión especial como mujeres dedicadas a sanar y proteger el espíritu de sus comunidades.

El intercambio de plantas, una práctica tradicional similar al trueque en México, fue otro espacio de aprendizaje. Este gesto no solo simbolizó la riqueza de los conocimientos sobre la Madre Tierra, sino que también fortaleció la comprensión y el respeto mutuo. Además, Margarita compartió sus conocimientos en un vivero comunitario, destacando la importancia de la tierra como fuente de vida y alimento.

La pasantía culminó con un encuentro de espiritualidad mapuche en Argentina, donde los participantes escucharon historias llenas de fuerza y sabiduría. Este espacio permitió reflexionar sobre las similitudes entre las luchas de los pueblos mapuche y rarómari, reforzando la necesidad de preservar sus culturas y tradiciones frente a los desafíos actuales.

Aprendizajes y compromisos:

Esta experiencia dejó profundas enseñanzas para Margarita y Aldo, quienes regresaron con un renovado compromiso hacia sus comunidades:

  1. Cuidado de la Madre Tierra: La necesidad urgente de proteger los bosques de la Sierra Tarahumara se hizo evidente al contrastar su deterioro con las tierras mapuche afectadas por monocultivos de eucaliptos y pinos.
  2. Sanación comunitaria: El intercambio con la Machi Anita inspiró a seguir trabajando por el bienestar físico y espiritual de sus pueblos.
  3. Preservación de saberes ancestrales: Fortalecer y compartir los conocimientos de medicina tradicional es clave para mantener viva la identidad cultural rarómari.
  4. Escucha de las historias del pueblo: Reunir a los ancianos rarómari para compartir sus relatos es esencial para transmitir la sabiduría que da fuerza al corazón de su gente.

La pasantía fue un testimonio de la hermandad entre dos pueblos indígenas, un recordatorio de la importancia de cuidarnos mutuamente y de proteger nuestras raíces culturales.

Agradeceremos profundamente a las comunidades jesuitas de Tirúa en Chile y Cerocahui en México, por las gestiones.  Y a Canadian Jesuits International (CJI) por el apoyo a la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena de la CPAL por el apoyo que hace posible el proyecto de acompañamiento a poblaciones indígenas en la región a través de Pasantías y Encuentros territoriales.

RSAI

Compartir