4 septiembre, 2025
Del 25 al 29 de agosto, en la Sierra Tarahumara de México, se llevó a cabo el encuentro presencial de evaluación y planificación de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena (RSAI), bajo el lema “Tejiendo la misión y soñando la visión con corazón y tierra”.
Más de 34 personas participaron en el encuentro: integrantes de la RSAI y del ERCRILA, jesuitas de la Red Indígena de México, representantes de SJPAM y de la Federación Internacional Fe y Alegría, junto a compañeras y compañeros de los pueblos originarios Mapuche Lavkenche, Náhuatl, Moxeño, K’iche’, Ñuhú, Quechua, Tseltal, Rarámuri y Guaraní. Fueron días de fraternidad, escucha y compromiso compartido que reafirman el propósito de seguir caminando junto a los pueblos indígenas y sus territorios.



El encuentro inicio con un momento de oración en la zona denominada Las Tres Cruces, lugar donde, en junio de 2022, fueron hallados los cuerpos de los jesuitas Javier Campos “El Gallo” y Joaquín Mora, quienes perdieron la vida en un hecho de violencia que marcó profundamente a la comunidad de Cerocahui. Allí, en medio del silencio y recogimiento, se honró su memoria, se agradeció su testimonio y se pidió permiso espiritual a la Madre Tierra para iniciar el camino compartido.
El P. Esteban Cornejo, SJ, acompañó la oración, recordando que su entrega es semilla de esperanza y compromiso para quienes continúan acompañando la vida de los pueblos en contextos de amenaza y violencia.



En la ceremonia de apertura, el P. Carlos Bresciani, SJ, coordinador de la RSAI, ofreció palabras de bienvenida y gratitud por la acogida en la Tarahumara. Lo acompañaron el P. Jorge Atilano González, SJ, asistente del Sector Social de la Compañía de Jesús en México, y el P. Agnaldo Pereira de Oliveira Júnior, SJ, delegado para el Apostolado Socioambiental de la CPAL. Sus mensajes destacaron el valor de la fraternidad en red, la fuerza de la espiritualidad indígena en el discernimiento comunitario y la urgencia de renovar compromisos frente a los desafíos actuales de los territorios de la región.
El encuentro tuvo como propósito evaluar, reflexionar y proyectar el camino de la RSAI para los próximos tres años. El trabajo colectivo realizado en Cerocahui permitirá fortalecer la misión, visión y objetivos de la Red, en respuesta a los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas en sus territorios.
Las jornadas estuvieron marcadas por la espiritualidad indígena, expresada en rituales de petición y agradecimiento a la Madre Tierra, círculos de la palabra, cantos y símbolos compartidos. Cada delegación regional —Mesoamérica, Andina y Cono Sur— aportó su manera de invocar la vida y reconocer lo sagrado en la tierra, el agua, el aire, el fuego y las semillas. Como anfitrionas, las compañeras rarámuri ofrecieron gestos y palabras que enraizaron el trabajo en la sabiduría de la Sierra Tarahumara.
Las dinámicas de reflexión favorecieron la confianza y el compartir profundo de la realidad de los pueblos: el avance del extractivismo, la violencia que golpea los territorios y las heridas que atraviesan las comunidades. Desde la escucha atenta y la construcción colectiva se fueron gestando los acuerdos y compromisos que orientarán el caminar de la RSAI.

Un momento de especial alegría fue la celebración de los 41 años de vida de la RSAI, conmemoración marcada por la visita a la comunidad de Huicórachi. Allí, la Red fue recibida con afecto y participación en gestos significativos: el saludo a la cruz y las danzas tradicionales —el pascol, como petición de perdón, y el matachín, para ahuyentar las malas energías y preparar el corazón para la convivencia—. La celebración culminó con una misa en la que se agradeció el camino compartido y se renovó el compromiso de seguir acompañando la vida y la espiritualidad de los pueblos indígenas en la región.
El encuentro dejó encendida una llama de esperanza y determinación. La RSAI reafirmó su propósito de caminar junto a los pueblos originarios, reconociendo en su sabiduría una guía para cuidar la vida y la Madre Tierra. La Red asumió el compromiso de fortalecer la espiritualidad como fuerza transformadora, visibilizar el liderazgo de las mujeres y acompañar, dando voz y respaldo, a las luchas territoriales frente al extractivismo y la violencia. Con estas convicciones, se abre un nuevo capítulo para seguir tejiendo comunidad, misión y horizonte compartido.
La RSAI agradece profundamente a la Provincia de México por acoger el encuentro y, de manera especial, a la comunidad jesuita de Cerocahui, que abrió con generosidad las puertas de su casa y acompañó con cercanía cada momento vivido. Su testimonio de esperanza en medio de la adversidad, unido a la calidez y al cuidado ofrecidos, dieron al encuentro una hondura espiritual y humana única.Asimismo, expresamos un reconocimiento especial a Canadian Jesuits International (CJI), ALBOAN y la CPAL, cuya colaboración constante ha sido clave para sostener y proyectar el camino de la RSAI. Gracias a su apoyo, es posible seguir tejiendo espacios de encuentro, discernimiento y acción conjunta al servicio de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe.

Mensaje final del encuentro RSAI “Tejiendo la misión y soñando la visión con corazón y tierra”
Desde el pasado 24 de agosto un grupo diverso, proveniente de distintas…
RSAI