Carta SJPAM: Encuentro presencial 2024

Del 11 al 13 de diciembre del 2024 se llevó a cabo el encuentro presencial del Servicio Jesuita Panamazónico (SJPAM) en Santa María de Nieva – Perú. Un espacio de reflexión para dar una respuesta a los desafíos de la Panamazonía. Participó el P. Rafael Garrido SJ y el P. Agnaldo Júnior SJ, presidente y delegado socioambiental de la CPAL, respectivamente. A su vez, los Provinciales cuyos territorios forman parte esta región tales como el P. Víctor Hugo Miranda, SJ (Perú); P. Daniel de Ycaza, SJ (Ecuador); P. Hermann Rodríguez, SJ (Colombia) y P. Martín Lenk, SJ (Caribe). Asimismo, se contó con la presencia de distintos representantes de obras del territorio panamazónico, el equipo dinamizador SJPAM, el equipo Itinerante de Brasil, obras aliadas como ALBOAN y Canadian Jesuits International, y redes de la CPAL como Fe y Alegría, Red Jesuita con Migrantes y la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena.

A continuación la carta que el Equipo SJPAM nos comparte luego de este encuentro:

Con alegría queremos compartir los frutos de nuestro encuentro Servicio Jesuita Panamazónico – SJPAM. Reunidos en Santa María de Nieva, en la Amazonía peruana, nos hemos encontrado presencialmente después de dos largos años de trabajo consecutivo y procesual que hemos llevado desde la virtualidad. Sentimos no poder estar todos aquí de manera presencial, pero hemos traído las voces de las reflexiones vividas. Nos hemos reunido con 42 compañeros y compañeras de camino, colaboradores, colaboradoras y jesuitas desde los distintos territorios de nuestra panamazonía, a la cual hemos sido llamados y llamadas a servir.

Nos ha convocado la necesidad de mirar nuestras formas de articularnos y tejernos en red, de trazar caminos de acción conjunta. En este encuentro, nos hemos puesto bajo la luz de la divina Ruah; desde ella hemos sabido recoger su presencia en esta tierra, y nos hemos dejado interpelar por la diversidad de obras y carismas; nos hemos conmovido con el dolor de nuestra tierra y los hermanos que la habitan, pero con un profundo sentido de gratitud por todo el bien recibido y por encontrarnos. Nos sentimos desafiados, pero esto no nos paraliza.

Nuestro trabajo ha sido arduo, hemos procurado trazar y profundizar las líneas estratégicas para articularnos y el equipo que nos ayude para tal fin. Es así que hemos podido reflexionar juntos en torno a la figura de un delegado para la Amazonía: su rol y su perfil. El sentir común ha sido que quien acompañe este proceso debe ser alguien que ame la Amazonía —la tierra que pisa— con sus desafíos y esperanzas; que sea capaz de escuchar y dialogar, convocarnos e impulsarnos; que nos ayude a concretar nuestras líneas estratégicas tomando en cuenta las necesidades y particularidades de cada obra. Alguien capaz de leer y discernir los signos de los tiempos en compañía de otros y otras, movidos por un deseo de amar y servir desde la disponibilidad de tiempos y medios para tal fin. Un compañero que camine junto a un equipo que dinamice procesos, le ayude a sentir las necesidades de cada pueblo, le oriente y asista en cómo concretarlas.

También nos propusimos concretar aspectos para las líneas estratégicas, de nuestro Plan Apostólico, que desde hace tiempo nos hemos planteado como prioritarias. En educación popular y de calidad vemos la necesidad de favorecer los procesos de interculturalidad y bilingüismo, así como la recuperación y fortalecimiento de las identidades culturales —especialmente el idioma— revalorizando los saberes de nuestros antepasados, con sus prácticas sociales, espiritualidades y cosmovisiones. La educación debe ser consistente con el ser, estar y hacer propios de los pueblos, brindándoles herramientas para mirar la realidad de manera crítica y poder desde allí hacer incidencia para alcanzar sus planes de vida.

Sentimos que nuestra misión es acompañar a los pueblos en clave de escucha, disponibilidad y cercanía; sin sentirnos protagonistas de las historias ni los procesos que se gestan, sino simplemente colaboradores. Se nos hace eco esta invitación a apoyarles en la lucha por la defensa de la vida y el territorio, de los derechos humanos y de la naturaleza, así como en la defensa de los defensores. Promover junto con ellos formas de economía y medios de producción que favorezcan la soberanía alimentaria y nos conduzcan al buen vivir, en armonía entre nosotros y con la madre tierra.

Nos ensordece el grito de la tierra: nuestros ríos están contaminados, los ojos de agua se secan; los bosques se talan o queman indiscriminadamente; se expolia el aire y se agota la tierra: los proyectos megaextractivos están agotando a punto de muerte a la naturaleza —y con ella— a los pueblos que la habitan. Debemos alzar una voz profética que denuncie estas injusticias desde el compromiso; que apoye y colabore en la búsqueda de alternativas de resistencia desde los territorios y nos invite a la conversión integral.

Nos vemos desafiados y desafiadas a amazonizar toda la Compañía de Jesús empezando desde las bases e impregnando desde allí cada fibra de ella; pero también apoyando los caminos que otras redes hacen para amazonizar nuestra iglesia, y generar esta conciencia a nivel mundial. Sabemos que la Amazonía no solo es el pulmón del mundo o parte del edén; es reservorio y testimonio de que otras formas  y estilo de vida en armonía con el todo son posibles.

Somos conscientes de que los desafíos son grandes; pero nos sentimos hijos e hijas de la esperanza. Ante esto nos hemos propuesto una ruta crítica de trabajo que consistirá en: reuniones del equipo dinamizador con los superiores provinciales con territorio amazónico, 4 encuentros amplios y virtuales para profundizar los avances que hemos hecho en torno al delegado articulador, al plan apostólico y al equipo que dinamizará dichos procesos; pero también participar en otras instancias que nos permitan amazonizar a la Compañía de Jesús. Hemos aprendido —de los pueblos que nos acogen— que los avances se dan sin prisa, pero sin pausa. Nos ponemos bajo el amparo de María de Guadalupe, madre de los pueblos de nuestra tierra; quien —como indígena, mujer y madre— sabe cómo acompañarnos y ponernos al lado de su hijo, que ella; junto a San Ignacio nos motiven a seguir trabajando en unidad de espíritu.

Equipo SJPAM

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Encuentro presencial SJPAM 2024

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