Cuidar, estimular y acompañar: retos del desarrollo infantil

El 15 de mayo, la comunidad de Fe y Alegría celebró el Día Internacional de la Familia, destacando la diversidad, la unión y el amor que caracterizan a las familias en todo el mundo. Este día nos recordó que las familias, en todas sus formas y tamaños, son el pilar fundamental para superar cualquier adversidad.

Desde lazos de sangre hasta familias elegidas, y desde hogares extensos hasta familias unipersonales, cada una tiene su propia historia, cultura, tradición y estilo de vida. Los niños y niñas, desde la primera infancia, generan relaciones de apego con sus cuidadores principales—padres, madres, docentes—con quienes pasan gran parte de su tiempo. Es vital que reciban un cuidado sensible y se sientan seguros, lo que les permitirá desarrollar curiosidad, conductas exploratorias y ganas de jugar, esenciales para su crecimiento saludable.

Para las familias, llevar a un niño o niña a un centro educativo es un movimiento emocional significativo. Por ello, es crucial que los educadores establezcan lazos firmes de mutua colaboración, facilitando la adaptación del niño a un entorno diferente al del hogar. Estos referentes educativos deben respetar la cultura, tradiciones y prácticas de crianza de cada familia, contribuyendo al desarrollo integral infantil.

En una reflexión compartida con los referentes de los países que integran la iniciativa federativa de primera infancia, Fe y Alegría definió, entre otras, tres dimensiones para describir el desarrollo infantil: cuidar, estimular y acompañar. Estos son procesos que se trabajan conjuntamente con las familias, educadores y cuidadores.

Fe y Alegría reconoce y celebra la diversidad de las familias, promoviendo la inclusión, la equidad de género y el trabajo en equipo para transformar vidas.

Estefania Andrea Medinaceli Torricos

Colíder de Fe y Alegría en Bolivia | Iniciativa de Primera Infancia

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