Video del Papa – Marzo 2025: Por las familias en crisis

Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo incluso en sus diferencias las riquezas de cada uno.

La familia perfecta no existe

Portazos, gritos en casa delante de los niños, fuertes discusiones entre padres e hijos, enfrentamientos entre hermanos y hermanas: El Vídeo del Papa, que acompaña las palabras de Francisco, muestra escenas de vida cotidiana que casi todos nosotros conocemos de cerca. De hecho, todas las familias tienen sus penas, sus alegrías y sus momentos de crisis: “Todos soñamos con una familia linda, perfecta. Pero no existen las familias perfectas”, afirma el Pontífice. 

A menudo, los conflictos tienen su origen en las diferencias entre los mismos componentes de la familia. Por eso, hay que saber respetar y valorar a cada persona, con la convicción de que todos tienen algo que aportar a la unión familiar.

Francisco asegura también que cuando los conflictos producen heridas profundas, “la mejor medicina para curar el dolor de una familia herida es el perdón”. Al dar a los demás otra posibilidad, como hace Dios con nosotros, “el perdón renueva la familia y hace mirar adelante con esperanza”. Incluso en los casos en los que no es posible recuperar la unión familiar, cuando -en palabras del Papa- “no es posible el ‘final feliz’ que nosotros quisiéramos”, el perdón libera de la tristeza y del rencor. 

Sin embargo, como explica el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, “la experiencia muestra que, con una ayuda adecuada y con la acción de reconciliación de la gracia, un gran porcentaje de crisis matrimoniales se superan de manera satisfactoria. Saber perdonar y sentirse perdonados es una experiencia fundamental en la vida familiar”. Al vencer una crisis se aprende “a ser felices de un modo nuevo, a partir de las posibilidades que abre una nueva etapa”.

Todos soñamos con una familia linda, perfecta. Pero no existen las familias perfectas. Cada familia tiene sus problemas, y también sus grandes alegrías.
En la familia, cada persona es valiosa porque es distinta a las demás, cada persona es única. Pero las diferencias también pueden provocar conflictos y heridas dolorosas.
Y la mejor medicina para curar el dolor de una familia herida es el perdón.
Perdonar significa dar otra posibilidad. Dios hace eso con nosotros todo el tiempo. La paciencia de Dios es infinita: Él nos perdona, nos levanta, nos hace empezar de nuevo. El perdón renueva siempre la familia, hace mirar adelante con esperanza.
Incluso cuando no es posible el “final feliz” que nosotros quisiéramos, la gracia de Dios nos da fuerza para perdonar y trae paz, porque libera de la tristeza y, sobre todo, del rencor.
Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno.

Papa Francisco – Marzo 2025

Mira el video completo aquí:

Red Mundial de Oración del Papa

Compartir