Ordenación sacerdotal en México: David Mendoza, S.J.

portada-ordenación-méxico-david-mendoza

El pasado 12 de julio, en el Auditorio Pedro Arrupe del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, David Alejandro Mendoza Ulloa, S.J. fue ordenado sacerdote por la imposición de manos de Monseñor Engelberto Polino Sánchez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guadalajara.

En la celebración, Monseñor Polino expresó su alegría por acompañar este momento tan significativo y felicitó a David por responder al llamado de Dios. Reconoció la riqueza del carisma de la Compañía de Jesús, “donde el servicio, donde la entrega a los necesitados, a los vulnerables, la búsqueda de la justicia es importante”, y agradeció que David haya elegido responder a Dios desde esta vocación jesuita.

El P. Provincial Luis Gerardo Moro Madrid, S.J., también presente en la celebración, felicitó a David y le recordó que “con la ordenación sacerdotal comienza una nueva etapa como apóstol jesuita enviado en misión”. Subrayó que “nuestro pueblo necesita verdaderos testigos de la fe, de la justicia y la reconciliación”, y le animó a que la oración, el discernimiento y la vida comunitaria sean el centro de su vida sacerdotal.

En sus palabras de agradecimiento, David Mendoza, S.J. reconoció la gracia de Dios que lo ha acompañado incluso en su fragilidad, y expresó su gratitud a su familia, a la Compañía de Jesús y a quienes han formado parte de su camino. Hizo un llamado a mantener el corazón dispuesto a servir al que sufre, recordando que vivimos en un país marcado por la violencia:

“Si negamos esta realidad, no hacemos nada. Entonces correremos el riesgo de ahogarnos en sangre. Los invito a que actuemos movidos por la fe en Cristo muerto y resucitado. Transformemos ese terror en esperanza”.

En una entrevista para CRUCE ITESO, David compartió que su vocación ha sido profundamente interpelada por la violencia que marca nuestra realidad. Su ministerio busca responder desde la esperanza y el compromiso con los más vulnerables. Como él mismo expresa:

“Como jesuita, me siento llamado a intentar hacer algo, a intentar traer esperanza, que llegue la paz pero no una paz que tranquilice, sino una que consiga transformar el mundo”.

Arquitecto de formación profesional, David descubrió su vocación jesuita a través de internet. Luego de conocer la misión de la Compañía en Chiapas y vivir los Ejercicios Espirituales, comenzó su camino como jesuita. A lo largo de su formación, ha acompañado a comunidades indígenas en Tatahuicapan, Veracruz, personas mayores en Torreón, obreros en Mexicali y población migrante en Tuxtla Gutiérrez en el Servicio Jesuita a Refugiados, donde continuará su misión ahora como sacerdote jesuita.

La ceremonia concluyó con un deseo profundo, que resume el espíritu de su vocación y su entrega:

“Que el Dios del amor, de la compasión, de la ternura, nos bendiga y nos dé la gracia para en todo amar y servir a Dios”.

Oficina de Comunicación de la Provincia de México

Compartir