Mensaje Final de la 55ª Asamblea de la CPAL

Reunidos en Roma entre el 27 y el 31 de octubre de 2025, los provinciales de la CPAL celebramos nuestra 55ª Asamblea, después de la 3ª Reunión de Superiores Mayores convocada por el Padre General. Agradecemos la hospitalidad de las comunidades que nos recibieron estos días con afecto fraterno. Como de costumbre, nos acompañaron los superiores de los territorios prioritarios Cuba, Amazonia brasileña y Haití.

Durante estos días, vivimos un tiempo de encuentro, oración y discernimiento fraterno. Aprovechando nuestra presencia en la Curia General, acogimos la invitación de la Red Mundial de Oración del Papa, compartimos la situación actual del Servicio Jesuita a Refugiados ante las restricciones internacionales en la financiación de ayuda humanitaria, y conocimos de cerca las iniciativas de discernimiento apostólico que se animan desde la Curia.

Seguimos avanzando en el proceso de reestructuración de nuestras provincias, iluminados por la experiencia de la Provincia de Venezuela. Valoramos los pasos dados en la colaboración para la formación, y, a la luz de lo vivido en la Reunión de Superiores Mayores, expresamos nuestro deseo de seguir construyendo un proyecto de formación integral, abierto a la Compañía universal y atento a los desafíos de nuestro tiempo.

También dedicamos parte de la Asamblea a las tareas habituales de planificación y presupuesto, buscando asegurar el fortalecimiento de las redes que articulan nuestra misión en América Latina y el Caribe. Hemos dado pasos significativos en solidaridad, tanto en el ámbito de la formación como en el cuidado de la salud de nuestros compañeros, con una mirada más amplia y corresponsable como Conferencia.

Aprovechando la presencia de los provinciales de la Conferencia de Estados Unidos y Canadá, pudimos dialogar sobre caminos de colaboración y profundización, especialmente en la formación de los jesuitas y en las iniciativas comunes ante el fenómeno migratorio que tanto interpela nuestra misión.

Nuestra Asamblea estuvo especialmente inspirada por las palabras del Papa León XIV en su encuentro con los Superiores Mayores de la Compañía de Jesús. El Santo Padre nos animó a renovar nuestro compromiso misionero en un mundo en transformación, marcado por profundos cambios culturales, tecnológicos y sociales. Nos invitó a estar presentes en las “fronteras” —geográficas, culturales, intelectuales y espirituales— donde la fe y la razón se encuentran, y donde la humanidad busca sentido y esperanza.

El Papa destacó tres llamados que orientan nuestro servicio apostólico: vivir la sinodalidad, promover la reconciliación y la justicia, y discernir éticamente ante los desafíos de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías. Reafirmó, además, la vigencia de las cuatro Preferencias Apostólicas Universales como guía de nuestra misión.

Nos unimos al Papa en su invitación a mantenernos arraigados en Cristo, fuente de nuestra audacia apostólica. Queremos seguir discerniendo juntos cómo servir mejor, con creatividad, generosidad y esperanza.

Animamos a los jesuitas y a todos los colaboradores de la misión de Cristo en nuestra región, a ser signos de reconciliación y de esperanza, testigos del Evangelio allí donde el sufrimiento humano pide la presencia activa del amor de Dios.

CPAL

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