Los Programas Claver y Fabro siguen beneficiando a muchos colaboradores y personas pobres para hacer los Ejercicios Espirituales.

 

Entre los meses de octubre y diciembre, 69 jóvenes realizaron la experiencia de los Ejercicios Espirituales en diversos grupos y bajo diversos formatos en la provincia del Ecuador. Veinte de ellos son colaboradores habituales de la Oficina de Juventudes y Vocaciones, y los otros 49 son personas que difícilmente, sin una ayuda económica precisa, podrían haber hecho la experiencia de los ejercicios espirituales. 

Fueron 5 grupos (tandas) diferentes, cada una de cinco días o más, que contaron con la presencia de un director, un sacerdote jesuita joven, y uno o dos acompañantes con experiencia en procesos de acompañamiento.

Gracias a estas experiencias de Ejercicios, la Oficina de Juventudes y Vocaciones pudo hacer realidad las cuatro Preferencias Apostólicas Universales compartiendo con personas jóvenes y necesitadas el don más preciado de la espiritualidad ignaciana. En medio de la pandemia los EE fueron un verdadero oasis para los participantes, un lugar y un momento para procesar pérdidas, momentos de enfermedad, crisis y, sobre todo, para encontrarse con el Dios de la vida que devuelve la esperanza.

Gracias a la CPAL por brindarnos estos espacios de formación espiritual. Que sigan con estas experiencias para que más jóvenes vean la importancia de estos espacios para sus vidas.

Algunos testimonios:

“Es importante que la casa de Dios y todas sus actividades sean abiertas para el público, así como brindar las  posibilidades  para  que  nadie se quede fuera de este camino de amor. Agradecer a la  CPAL por apoyarnos. Como jóvenes, nos comprometemos a cooperar en este camino de Jesús y seguir trabajando por un mundo más incluyente”.

“El ser humano es semejante a la naturaleza, sí se descuida su esencia y encanto queda cubierto por hojas, barro, agua sucia, y demás así de la misma forma cuando dejamos de lado la vida espiritual que es uno de los ejes de misión de vida para el ser humano con el ajetreo de su vida, su profesión, familia, etc., va dejando de lado el manantial oculto por esas hojas.  Con los ejercicios espirituales pude acercarme a  mi  manantial  y  seguir trabajando en seguir retirando las hojas que ocultan la verdadera naturaleza de servicio que conecta con Dios y con el fin que él tiene para mí en la vida. Soy Evelyn y pertenezco a la comisión de formación de  la Red Juvenil Ignaciana, estoy agradecida de ser parte de su equipo que hace que los jóvenes se acerquen a las partes más íntimas de su ser”.

“Quería agradecerles infinitamente por su aporte y colaboración para hacer posible que diversos jóvenes, entre ellos yo, pudiéramos realizar la experiencia de Ejercicios Espirituales. Soy ex alumna del Colegio Gonzaga, gracias ello, cuando cursaba tercero de bachillerato en el 2014 conocí por primera vez la experiencia de EE y me pareció una vivencia muy significativa, enriquecedora y fundamental para poder tener una conversación profunda con Dios, Su Espíritu, el nuestro y así recarga fuerzas y sentido para continuar con la misión que Él nos encomendó. Tras ello siempre quise regresar a este espacio de silencio y oración profunda, pero lamentablemente el tema económico era una dificultad para poder realizarlo, así que busqué otros espacios de oración y apostolado para seguir nutriendo mi espiritualidad. Fue una gran noticia cuando este año me dieron la oportunidad de realizar ejercicios gracias al financiamiento que realizó la CPAL. Un infinito Dios les pague por ello ya que me permitieron retomar esta vivencia que una vez más recargo mi Espíritu y permitió ordenar todas las mociones que Dios ha ido presentando en mi camino, gracias por apoyar a su misión a través del apoyo y confianza hacia los jóvenes”.

Jorge Lasso, SJ
Provincia jesuita de Ecuador

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