Desde hace unos 20 años, el proyecto Huellas de San Ignacio ofrece una formación sobre la espiritualidad ignaciana a los colaboradores de las obras de la Compañía de Jesús ubicadas en el sur de Brasil. El proyecto surgió en el antiguo BRM, provincia de Brasil Meridional. Motivado por el Año Ignaciano y considerando la creación del BRA como una nueva estructura en vista de la misión, el proyecto fue actualizado y reescrito en el año 2020. 

El proyecto está dirigido a colaboradores de las obras de la Compañía de Jesús en los Núcleos Apostólicos ubicados en el sur de Brasil. Su objetivo es dar a conocer, estudiar y experimentar la espiritualidad ignaciana y familiarizar a los colaboradores con las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús en sintonía con el Plan Apostólico de la Provincia de Brasil. Con este fin, se quiere proporcionar a las personas una experiencia personal de Dios a través de los ejercicios espirituales (EE), y ayudarlas a comprender y vivir la Misión de la Iglesia y la Compañía. 

El proyecto se lleva a cabo en cuatro etapas, dos por año. En 2022 ofrecimos la primera y segunda etapa. Ahora, en el 2023, se celebraron la tercera y cuarta etapa. La tercera se basó en el estudio, la reflexión y la experiencia de la segunda semana de los ejercicios espirituales de San Ignacio. Se llevó a cabo entre la tarde del 13 de abril hasta el almuerzo del 15 del mismo mes, y tuvo lugar en el Centro de Educación Ambiental, conocido como "granja Piraquara", un trabajo bajo el cuidado de la escuela Medianeira. La reunión fue aconsejada por el P. Nereu Fank, SJ, y participaron 20 educadores de las escuelas Anchieta, Catarinense y Medianeira. 

En la cuarta y última etapa se ofreció la experiencia de EE durante cinco días. Los EE tuvieron lugar en la Casa de Retiros Vila Fátima, Florianópolis, entre el 7 y el 11 de agosto.

Momento de celebración eucarística  durante la tercera etapa de las Huellas.

Grupo de participantes durante la tercera etapa en la granja Piraquara – Colégio Medianeira

 

(...) Es una experiencia única que despierta muchos sentimientos, simplemente Dios tocando nuestros corazones. Estoy agradecido de haber participado en una experiencia espiritual tan profunda. (Fernanda José de Lima)

(...) Comprender la importancia de mirarme a mí mismo, de tomar siempre un momento para pensar en mi vida con Dios y con los demás. Doy gracias a Dios y a todos los que contribuyeron a estos momentos que vivir. (Fernanda Kelly Neto de Souza Paiva)

 

P. Nereu Fank, SJ

Coordinador del proyecto Huellas de San Ignacio