El 12 de diciembre se cumplió un año más de la firma del Pacto Educativo Global (PEG) por parte de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL), adhiriéndose así al llamado y preocupación del Papa Francisco por un nuevo compromiso educativo que involucre a todos los componentes de la sociedad.

Recordando este hecho, y para mantener vigente el compromiso asumido con este Pacto, compartimos la ponencia del P. Luiz Fernando Klein SJ, Asesor Pedagógico de la Red de Educación Jesuita de Brasil, presentada en el 21° Congreso Mundial de la Oficina Internacional de la Educación Católica (OIEC), realizado en Francia, con ocasión de 70° aniversario de fundación. La ponencia del P. Klein lleva por título: "Pacto Educativo Global: un llamamiento a la escuela católica"

 

Pacto Educativo Global: un llamamiento a la escuela católica

 

Introducción

Este trabajo presenta los principales elementos de la invitación del papa Francisco a toda la humanidad para la reconstrucción del Pacto Educativo Global (PEG) y sus implicaciones para la escuela católica. El texto se basa en discursos y mensajes del Papa referentes al tema, en especial a partir del lanzamiento oficial del PEG, en septiembre de 2019[1].

El llamado de Francisco a la escuela católica, para adherirse y trabajar por el PEG, nos recuerda dos situaciones de seguimiento del Señor, relatadas en el Evangelio de San Mateo. En Mt 4,18-20, Jesús pasa por el mar de Galilea, se dirige a Pedro y Andrés que hacían su faena, los invita a seguirlo y promete transformarlos en ‘pescadores de hombres’. ¿Qué significa esa invitación del Señor a los dos pescadores? ¿Deberían ellos dejar el escenario sencillo y rutinario, abandonar su práctica de pesca de peces, lo único que sabían? ¿Qué significa pescar hombres? En otra situación, Mateo (19,21-22) describe a un joven que al preguntar a Jesús qué hacer para ser perfecto oyó tres condiciones: vender todos sus bienes, darlos a los pobres y seguirlo.

Quizás los discípulos hayan oído solamente a Juan el Bautista hablar de Jesús, por cuya persona y propuesta inmediatamente se sintieron atraídos y esperanzados, por eso dejaron todo – familia y trabajo – y lo siguieron inmediatamente. Mientras, el joven, deseoso de ser perfecto, pronto cayó en la cuenta de cuán apegado estaba a sus bienes, que ni siquiera valdría la pena presentar cualquier argumento a Jesús.

Hoy día el Señor reconoce la labor educativa de la escuela católica, se compadece de los males que sufre y de sus esfuerzos para solventarlos y, por confiar firmemente en ella, la invita a una pesca mejor, a implementar un nuevo proyecto educativo, más urgente y necesario: pescar hombres, sacarlos del peligro del mar, lugar obscuro, amenazador. 

1. ¿De qué se trata?[2]

El llamamiento del papa Francisco para el PEG suena como un ‘basta ya’, como un vigoroso ‘grito de guerra’ para reconstruir una relación educativa que se ha roto por negligencia, irresponsabilidad o alienación de los seres humanos. No hay ningún causante nominado en especial, pero todos estamos implicados de algún modo en este desastre de la humanidad, sea por mantenerlo, por encubrirlo, por no asumirlo o por transferir su solución a otros.

El papa Francisco observa que la relación entre familia, escuela, país, mundo está averiada, verdaderamente impedida de funcionar. La palabra ‘pacto’ sugiere un procedimiento formal, un concierto de las partes que asumen cumplir lo que establecen. En verdad, la historia de la educación no registra la celebración formal de un pacto, como el propuesto por Francisco, que puede haber ocurrido en algunos sitios de modo muy puntual. De todas formas, actualmente el trato, el ajuste, el compromiso entre familia, escuela, patria, mundo y culturas se ha inviabilizado de tal forma que no se le puede pegar, recomponer, zurcir.

Cuatro años antes de convocar oficialmente el PEG, el Papa ya explicaba el problema: El pacto educativo roto significa que sea la sociedad, sea la familia, sean las instituciones diversas delegan la educación en los agentes educativos, en los docentes, que – generalmente mal pagados – tienen que llevar sobre sus espaldas esta responsabilidad y, si no logran un éxito, se les recrimina, pero nadie recrimina a las diversas instituciones que han claudicado del pacto educativo, lo han delegado a la profesionalidad de un docente. [3]

¿Cuál es la razón de esta preocupación del Papa, o en cuál problema está él sintonizado? En la lectura que hace de la realidad actual, Francisco percibe muchos problemas. El más grave es que los humanos no se han cansado de romper la fraternidad de diversas maneras - sobre todo por la indiferencia y el descarte - sea con los semejantes, sea con las demás creaturas del medio ambiente. El Papa dice que la cultura del descarte quiere que creamos que cuando algo no funciona bien, debemos abandonarlo y cambiarlo. Así se hace con los bienes de consumo, y lamentablemente esto se ha vuelto una mentalidad y terminamos haciendo lo mismo con las personas.[4] Eso viene ocasionando violencia y guerras en muchas partes. Por ello, observa que se cierne una ‘nube sombría sobre el mundo’, como bien la describe en el primer capítulo de la Encíclica Fratelli tutti [5]. Esa situación desfigura tan profundamente el plan de Dios que no ceja en su empeño de suscitar en nuestra conciencia y en nuestro corazón los modos para restaurar la fraternidad entre los humanos y con el mundo creado.

2. Males de la ‘catástrofe educativa’

En la crisis mundial que abruma la humanidad se destaca lo que el papa Francisco denomina ‘catástrofe educativa’, con cuatro causas principales: la desconstrucción del humanismo, la escuela desfasada, la sumisión a la tecnología y el desinterés por la trascendencia.

a. Desconstrucción del humanismo

El humanismo se deconstruye por fuerza de la egolatría que genera un modo de ser insensible, indiferente, intolerante a las personas y a la naturaleza, y produce la ‘cultura del descarte’ y del desperdicio. El humanismo es también debilitado por la ‘dictadura de resultados’, que no ve a la persona en su contexto y su historia, sino sólo como individuo, rentable para investigaciones, para el consumismo y el hedonismo.

Pierde la educación humanista cuando se rinde acríticamente a los preceptos de la Ilustración del siglo XVIII que propugnan la exacerbación de la razón y la exclusividad de contenidos teóricos. Ese enfoque, pondera el Papa [6], desfigura el ser humano, y lo vuelve ‘macrocéfalo’, pues no considera su unidad, sino solamente se centra en la dimensión intelectual, en la cabeza, en el cerebro.

El papa Francisco con el Gran Imán de Al-Azhar concordaron que también debilitan el humanismo: la consciencia anestesiada de las personas, el alejamiento de los valores espirituales, el deterioro de la ética, el extremismo y la intolerancia religiosa. [7]

b. Educación desfasada

La gravedad de la educación es visible en algunos índices alarmantes: más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación. Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo [8]. Estos niños en edad escolar no tienen acceso a ningún programa educativo, sea por la hambruna, por falta de inversiones de los gobiernos, por la inestabilidad causada por las guerras y las migraciones. El Papa advierte que las 50 personas más ricas del mundo tienen un patrimonio equivalente a 2,2 billones de dólares… por sí solas podrían financiar la atención médica y la educación de cada niño pobre en el mundo. Esta es una realidad mundial que nos hace avergonzar. [9]

En muchos lugares la educación se ha fosilizado, volviéndose incongruente con el mundo contemporáneo. Mantiene una malla curricular fragmentaria, sin conexión entre las asignaturas; el abuso de la memoria, el desinterés por la dimensión afectiva, la autorreferencialidad, la desconsideración de la realidad circundante. De esta forma, la educación deja de abrir caminos para contentarse a repetir rutinas y domesticar hábitos. El fin de la educación, en muchos sitios, sigue siendo la copia, la instrucción, más que la formación integral.

c. Sumisión a la tecnología

Agrava este cuadro la utilización descontrolada de los medios digitales y las formas virtuales de información y comunicación. Surge el mal que Francisco denomina ‘rapidación’, que es la incompatibilidad entre la alta velocidad de datos e informaciones con el ritmo siempre gradual y progresivo del desarrollo orgánico de las personas y del mundo natural. Arrastrada por una profusión simultánea de estímulos, la persona no logra detenerse para trabajar su interioridad, discernir sus intuiciones y alzar el pensamiento para establecer conexiones cognitivas.[10]

La dependencia de los recursos comunicativos virtuales viene acarreando una verdadera deterioración psicológica, pues engaña a las personas que, con el uso de los recursos virtuales tienen la sensación de estar cerca, pero no se sienten hermanas, como alertaba el papa Benedicto XVI. El tipo de relación virtual y no real de la comunicación con las nuevas tecnologías tiende a producir seres narcisistas y alienados de la realidad, desinteresados de la aproximación física con los demás.

d. Desinterés por la trascendencia

Sin embargo, más que la desconstrucción del humanismo, la educación desfasada y la sumisión tecnológica, Francisco confiesa que la mayor crisis de la educación, en la perspectiva cristiana, es el cierre a la trascendencia. Somos cerrados a la trascendencia.[11]

El papa Francisco hace un análisis severo de la formación religiosa ofrecida por la escuela católica. En muchos sitios ella se deja contaminar por los mismos defectos de la escuela tradicional. De ahí proceden la concentración en la instrucción religiosa, la falta de pedagogía para trabajar la interioridad, actitudes de fanatismo y de fundamentalismo, recurso abusivo al nombre de Dios, desconexión con la realidad. El Papa afirma que la escuela necesita una urgente autocrítica, porque algunos colegios católicos parecen estar organizados sólo para la preservación… Parecen un ‘bunker’ que protege de errores de ‘afuera’… Hay una insalvable inadecuación entre lo que les enseñaron [a los estudiantes] y el mundo en el cual les toca vivir.[12].Él concluye: Educar humanamente, pero con horizontes abiertos. Ningún tipo de cierre beneficia la educación.[13]

El Papa considera que cualquier cambio de esta situación del planeta necesita un itinerario educativo, por eso le apuesta al poder transformador de la educación frente al deterioro de la humanidad y de la creación, y desde esa apuesta describe cómo la concibe en sus rasgos principales.

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P. Luiz Fernando Klein, S.J.
Asesor Pedagógico de la Rede Jesuíta
de Educação Básica do Brasil

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[1]. En este trabajo las fuentes consultadas sobre el tema fueron solamente audiencias, discursos y mensajes del papa Francisco. En mi libro ¿Cómo ve Francisco la educación? presento la visión educativa del Papa en sus encíclicas y exhortaciones apostólicas.
[2] Desarrollo el pensamiento educativo del papa Francisco en otros tres textos, publicados en el Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana (www.pedagogiaignaciana.com): ¿Cómo ve Francisco la educación?.  Papa Francisco: La nueva educación y el Pacto Educativo Global. El Pacto Educativo Global en la América Latina.
[3] Discurso del papa Francisco en la clausura del Congreso Mundial de Scholas Occurrentes, 05/02/15.
[4] Discurso do papa Francisco ao Congresso Linhas de desenvolvimento do Pacto Educativo Global, 01/06/22.
[5] Papa Francisco: Carta Encíclica Fratelli tutti, 03/10/20, n.9 al 53.
[6] Discurso do papa Francisco aos reitores das universidades da Região do Lácio, 16/05/22.
[7] Declaración conjunta del papa Francisco y Dr. Ahmad al-Tayyib, Gran Imán de Al-Azhar Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia común, 03 al 05/02/19.
[8] Videomensaje del papa Francisco para el lanzamiento de la Misión 4.7 y el Pacto Educativo, 16/12/20.
[9] Discurso del papa Francisco en el Seminario Nuevas formas de solidaridad, 05/02/20.
[10] Videomensaje a la OIEC. Op. Cit.
[11]  Discurso do papa Francisco ao Congresso Mundial Educar hoje e amanhã. Uma paixão que se renova, 21/11/15.
[12] Exhortación Apostólica Postsinodal de Francisco Christus Vivit, 25/03/19, n. 221.
[13] Discurso Congresso Educar hoje.... Op. Cit.

Para conocer más del PEG puedes ingresar a: Todo sobre el Pacto Educativo Global - PEG