La Provincia jesuita de Colombia, región Nariño, apuesta por compartir la riqueza de la espiritualidad Ignaciana con los más vulnerables, a través del acercamiento hacia las Instituciones Educativas Municipales, para acompañar a jóvenes del último grado de bachillerato en la búsqueda de su Principio y Fundamento, como resultado de reconocerse hijos del amor de Dios, valiosos e importantes para una sociedad a la que sí pueden aportar desde su proyecto de vida, caminando hacia un futuro esperanzador
Para esta segunda edición de Ejercicios con jóvenes escolares, gracias al Programa Claver de la CPAL, se tuvo la oportunidad de trabajar con algunos colegios con los que se trabajó en 2021, como la Institución Educativa La Ciudadela, la IEM Pedagógico y la IEM San Bosco, sumándose a estos la IEM Artemio Mendoza. Además, se tuvo la grata experiencia de trabajar con población indígena y campesina en la IEM la Victoria, del corregimiento de Catambuco, y la IEM San Miguel Arcángel, del municipio de Mallama. En total fueron 419 jóvenes que iniciaron la preparación para vivir la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
El inicio de la preparación se dio durante el primer semestre del 2022 con 4 visitas de jornada completa a cada grado en los colegios, fueron 15 grupos visitados en 5 meses. Cada vez Dios sorprende con distintos rostros de jóvenes inquietos, quienes asistían al primer encuentro por pura curiosidad (y porque era preferible a tener clase), pero a medida que transcurrían las jornadas para hacer un diagnóstico de su propia vida empezaron a encontrar vacíos y aceptar que necesitaban tener un horizonte concreto hacia el cual caminar. Los encuentros fueron realmente emotivos.
Las visitas significaron conocer sus contextos, espacios, compartir con ellos en su ambiente y facilitó crear vínculos que generaron confianza para que pudieran expresar con libertad sus sentimientos y necesidades. Adentrarnos en sus historias de vida impulsó a vivir una espiritualidad encarnada que, como fuente de un reencuentro consigo mismos, les permitió reconocerse en un Dios que se hizo hombre y que los invita a amarlo en sus vidas y seguirlo en los demás.
En los encuentros se trabajaron sus dimensiones, anhelos y deseos más profundos, fue muy bonito encontrar que aún en su realidad sí tienen sueños, que no todo está dicho, que lo que les ha pasado en sus vidas no es definitivo. Y algo de resaltar es que gran parte de su esperanza surge al conocer en la última visita la vida de Ignacio, que para muchos fue el comprender que es posible volver a resignificar la vida.
¡¡¡¡Viviendo Los Ejercicios!!!
Después de la gran aventura que fueron las 60 visitas fue realmente maravilloso recibir a los jóvenes en la Casa de Ejercicios de San Ignacio de Pasto. Un lugar en el que el espíritu descansa y un ambiente en el que se sintieron amados desde su llegada, cada detalle estuvo dispuesto para consentirlos y hacerlos sentir amados.
Era realmente conmovedor ver sus caritas cuando miraban las habitaciones espaciosas, limpias y con una cama cómoda para ellos ¡solos!, así lo expreso Alexis, quien nos contaba con emociones encontradas que en su casa de 15 metros cuadrados solo alcanzaba 1 cama y en ella dormían 3 personas, él, su madre y su hermana. Así comenzó nuestro retiro, primero con un viaje por su historia, en el que vendados los ojos y escuchando canciones de su niñez iban trayendo a su mente imágenes de sus vivencias, algunas felices, otras no tanto, y otras llenas de nostalgia por esa niñez que algunos añoran y otros, según sus testimonios, no han podido sanar.
Fue transcurriendo el retiro y el personal de la Casa de Ejercicios puso todo su empeño para atenderlos. Si algo recuerdan los jóvenes es el cariño con el que el personal suplió todas sus necesidades y la deliciosa comida; ellos daban gracias antes de consumir los alimentos con gran emoción y así tomaban fuerzas para seguir trabajando en ese encuentro consigo mismos y con un Dios que está a la espera de sus palabras. En sus rostros siempre era impactante el escuchar que son buenos jóvenes, y que cada uno tiene una razón para existir. Lastimosamente, por algunos testimonios escuchados, tienen grabados en sus mentes que son malos, que son un error y ya no tienen reverso. Algunos son echados de sus casas, ya son madres y padres de familia aún sin terminar sus estudios, y dentro de su mente está que “ya se jodió la vida” como afirman que les repiten constantemente los adultos. Comprendieron que es ese resentimiento hacia la vida, hacia los suyos, donde muchas veces empiezan a tejer sus planes lejos del amor, y es entonces cuando se olvidan de sus anhelos y su valor, que siguen ahí, como sueños latentes esperando que confronten sus heridas, para mirar con esperanza su futuro.
Fue así en medio de sus historias de vida, que pudieron no solo reconocer que hay momentos en los que algunas personas han sido crueles con ellos, si no que cada uno reconoció que puede ser origen de dolor hacia el otro, entendieron entonces que ese es un ciclo que con amor y determinación se puede trabajar y cerrar de la mano de Jesús, el mejor modelo de vida y compañero fiel de camino que los puede sostener en ese nuevo comienzo consciente de la vida.
Así terminamos con un momento familiar muy emotivo, con las cartas de sus padres. Comprendieron que el amor de Dios no es lejano, que lo han tenido siempre y que sus padres son la realidad más palpable de este amor, aunque a veces los sientan lejanos. Se fueron felices, pues pudieron desahogarse sin juicio alguno, con nuevas perspectivas, un poco más conscientes del impacto de sus decisiones y sobre todo con la alegría y el buen sabor que deja el perdón. Una vez más finalizamos reconociendo que los sueños son anhelos, son futuro y esperanza que nacen cuando acompañamos a los jóvenes en sus momentos de fragilidad, en sus intentos y caídas para mostrarles que siempre se puede volver a intentar, volver a empezar, volver a soñar, pero esta vez no solos, esta vez nos queda una gran huella y es creer que juntos podemos soñar lo imposible.
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Imágenes e información de Jesuitas Colombia