Proyecto Claver apoya a tres parroquias jesuitas de Santiago de Chile.
Ejercicios Espirituales para agentes de pastoral.
Unos 60 agentes de pastoral de las tres parroquias jesuitas hicieron Ejercicios Espirituales de tres días distribuidos en tres grupos, en junio, julio y noviembre. Además, otros 40 hicieron una jornada entera de oración en diciembre. Los Ejercicios fueron acompañados por jesuitas, sacerdotes y estudiantes de teología, junto a religiosas y un equipo de apoyo logístico de la Parroquia San Ignacio.
La dinámica del retiro estuvo marcada por las orientaciones en los puntos para la oración personal, el régimen de silencio, la entrevista diaria de acompañamiento personal, los grupos para compartir la oración del día y las celebraciones de la eucaristía y de la reconciliación, con confesiones. Todo muy valorado por los participantes, quienes se sintieron renovados en el espíritu y en la experiencia de fe compartida y muy agradecidos de vivir un retiro comunitario después del encierro de la pandemia.
Los puntos se entregaban impresos con la indicación de textos bíblicos y guías de oración basados en el Principio y fundamento, la historia personal, la ruptura del proyecto de Dios y la reconciliación obrada por Cristo. Una vasija era la imagen plástica que hilaba todo el proceso.
Este proyecto fue impulsado por Alberto Luna, Rector del Teologado jesuita de Santiago, con el apoyo de los estudiantes de teología, Julio Hurtado y Marco Antonio Amat, fue avalado y sostenido por Jorge Muñoz, párroco de la parroquia San Ignacio y delegado para el sector de parroquias de la Provincia de Chile, con el apoyo de su vicario Gonzalo Castro. Desde esta parroquia se incluyó a agentes de pastoral de las otras dos parroquias de jesuitas de Santiago: la parroquia Santa Cruz y Jesús Obrero, ambas situadas en la comuna de Estación Central. Las tres parroquias de estas zonas se caracterizan por una población mayoritaria de clase media baja, muchos obreros y migrantes.
El proyecto Claver de la CPAL cubrió el 50% por ciento de los costos y lo restante fue cubierto por aportes de los participantes, recursos de la parroquia y por una rebaja de la casa de retiros de la Compañía, que se encuentra en la misma comuna de Padre Hurtado (sur de Santiago), al lado del templo parroquial.
Por su parte, la Parroquia Padre Hurtado ya ha planificado la continuidad de esta experiencia para sus agentes de pastoral en el 2023, incluyendo futuros retiros en el calendario del año.
Por: P. Jorge Muñoz Arévalo, SJ
Parroquia San Ignacio de Loyola