El título de este cuaderno habla expresamente de místicas o experiencias espirituales. El autor manifiesta reticencias ante la expresión «diálogo de las religiones». Éstas deben convivir y colaborar en la liberación y realización del ser humano. Pero el concepto de religión es de enorme complejidad por su vinculación con elementos teológicos, sociológicos, psicológicos, filosóficos o jurídicos. Y su aplicación al cristianismo es muy dudosa o, en todo caso, muy derivada.