Josep Rambla, autor del artículo señala, al empezar, que desea evitar el riesgo de caer en el anacronismo de pensar que Ignacio respondía a preguntas que nos hacemos hoy y, más aún, caer en la tentación de una especie de capitalización ignaciana sosteniendo que él ya había previsto lo que nosotros hoy tratamos sobre la interioridad. No obstante, parece haber una cierta afinidad entre el carisma ignaciano y muchas de las cosas que hoy nos interesan en el campo de la interioridad, como lo demuestra el hecho de que personas que siguen esta espiritualidad hayan hecho aportaciones interesantes, sin dejar el ignacianismo o incluso acentuándolo.
Con ese marco, habla sobre: La interioridad como condición previa; realiza un análisis terminológico de las palabras vinculadas con el término interioridad, característico de Ignacio, que entran dentro de la constelación del vocabulario propio de la interioridad y, finaliza, hablando sobre la mistagogía.