“El Espíritu sopla desde abajo”
Adiós a Víctor Codina. El jesuita catalán falleció anoche, 22 de mayo, a los 92 años en Barcelona, a donde había regresado en 2018 tras 36 años en Bolivia, según ha informado la Compañía de Jesús.
Aquellos primeros años suyos en América Latina coincidieron con el florecimiento y posterior cuestionamiento de la Teología de la liberación, una corriente teológica que revolucionó la Iglesia –del Vaticano al último rincón del planeta– y cuya gran novedad fue “mostrar que la pobreza no es casual, sino fruto de estructuras económicas y políticas injustas, y que otro mundo es posible”, como afirmaba el propio Codina en octubre de 2021 en su última entrevista a Vida Nueva.
El jesuita español ha sido considerado uno de los grandes teólogos latinoamericanos que, “desde abajo, desde los pobres” aportó realidad a la Teología.
Uno de sus últimos grandes aportes a la Iglesia fue el ser perito en el Sínodo para la Amazonía, donde tuvo un papel destacado, siendo una de las plumas que escribió el Instrumento de Trabajo que sirvió como punto de referencia para los debates llevados a cabo en la Asamblea Sinodal. Cuatro años atrás insistía en la inculturación, interculturalidad y diálogo intercultural, llamando a reflexionar sobre los elementos que deben estar presentes en el trabajo de la Iglesia con los diferentes pueblos.
Codina siempre apostó por una Iglesia que no estuviese encerrada en sí misma, desafiada a descubrir que el Espíritu está también allá donde la Iglesia va. Lo contrario a estas actitudes es mostrar “una falta de fe en el Espíritu”, afirmaba entonces. Un Espíritu que “actúa desde abajo, desde los pobres, desde los diferentes, desde los indígenas, y dentro de los indígenas desde las mujeres. Por eso, Codina afirmaba que “lo que nos toca es escucharlo”, una escucha que tras el Sínodo para la Amazonía impulsó los cambios que la Iglesia está viviendo y que, entre muchos otros, debemos agradecer al pensamiento del padre Víctor Codina.
Que su continuo llamado a escuchar al Espíritu en la voz de los pueblos nos ayude a entender e imitar el actuar de Dios en la historia, a ser una Iglesia atenta a sus clamores, a dejar de ser una Iglesia que “todavía resulte distante, colonial, clerical, impositiva, ajena a sus lenguas, culturas y espiritualidad, más de visita que de presencia cercana”. A ser una Iglesia que se involucra en “denunciar proféticamente la injusticia de los poderosos y buscar una conversión ecológica integral de la sociedad y de la Iglesia, edificar una Iglesia de rostro amazónico, salvar la Amazonía y el planeta tierra”.
¡Descanse en paz P. Víctor Codina, SJ!
Con información e imagen de celam.org y vidanueva