Luego de realizada en Roma la reunión de la “Comisión sobre el papel y las responsabilidades de las mujeres en la Compañía de Jesús”, la Curia General nos informó sobre uno de sus principales proyectos: una encuesta internacional. En esta ocasión nos comparte los testimonios de tres de los miembros de la Comisión al final de su semana de trabajo, realizada del 22 al 29 de octubre.

 

El valor de estar juntos (Alejandra Nuño – México)

La creación de una Comisión que estudie un asunto tan importante a nivel mundial como la situación de las mujeres dentro de la Compañía de Jesús no tiene precedentes. Presenta oportunidades y desafíos. Uno de ellos es la existencia de un equipo multicultural de diferentes orígenes que representa a las seis Conferencias de la Compañía. ¿Cómo garantizar que un grupo de personas de diferentes orígenes que nunca se han reunido antes, excepto a través de reuniones por Zoom, pueda trabajar de manera eficiente y horizontal y tenga claridad sobre cómo cumplir con su mandato? ¿Cómo identificar los talentos de cada persona si sólo se les ha visto a través de una funcional pero fría pantalla?

Por eso la reunión de Roma era tan importante: porque necesitábamos compartir en persona nuestras reflexiones, preocupaciones, ideas y propuestas para la próxima etapa de nuestro trabajo. La Comisión ha estado trabajando duro para establecer una manera de proceder y aplicar una metodología que pueda aportar datos relevantes. Esa información debe leerse a la luz tanto de contextos específicos como de principios universales. Esas discusiones necesitan tiempo y son más fáciles si estamos todos en la misma sala.

Conocerse mejor es también clave para potenciar el espíritu de equipo y el compromiso, así como un entendimiento común en esta tarea.

Una apreciación más profunda de la variedad de puntos de vista (Melissa Lao – Filipinas)

La Comisión de las Mujeres lleva más de un año reuniéndose en línea a través de zoom y en este espacio hemos debatido muchos temas, entre ellos el Decreto 14 y las circunstancias en las que se redactó hace 27 años. Esta semana juntos nos ha permitido hacer una pequeña pausa en nuestro trabajo. Hemos podido alcanzar varios objetivos: (1) compartir y discutir los resultados de nuestra encuesta piloto; (2) entender el contexto de cada uno con una apreciación más profunda del punto de vista de los diferentes miembros de la Comisión dentro de su respectiva Conferencia; y (3) situar las cuestiones de la Comisión dentro del trabajo actual de la Compañía de Jesús en todo el mundo. Lo más apreciado, aparte del tiempo que pasamos juntos para avanzar en los objetivos de la Comisión, fue el valioso tiempo de conversación con nuestros ponentes invitados y, por supuesto, con el P. General.

Como representante de la JCAP (Conferencia Jesuita de Asia-Pacífico), aprecié realmente los puntos comunes (y las diferencias) compartidos por las otras mujeres (y hombres también) de la Comisión mientras intentamos comprender mejor el contexto global en el que trabajamos dentro de nuestros diferentes compromisos y apostolados en todo el mundo.

El momento de una conversación abierta, audaz y honesta (Victor Joseph Edwin SJ – India)

Nuestra comisión está haciendo una evaluación mundial. Reconocimos, a través de una primera encuesta piloto, que la apropiación, implementación y asimilación del decreto 14 (34ª CG) ha sido muy lenta y no ha entrado en las entrañas de los jesuitas. Sin embargo, una nueva lectura del texto del decreto nos abre a una experiencia de “parresia”, palabra utilizada por el papa para evocar un discurso caracterizado por la libertad y la franqueza. Ahora es el momento de una conversación abierta, audaz y honesta con las mujeres en los apostolados jesuitas.

Nuestra investigación y conversaciones pusieron de manifiesto dos cuestiones importantes: la falta de participación de las mujeres en el proceso de toma de decisiones y la necesidad de formación de jesuitas y mujeres en la cultura de la colaboración. La comisión reconoció además que los jesuitas necesitan escuchar más a las mujeres porque éstas tienen un gran deseo de hablar y contribuir a la Misión de Dios para la que tanto los jesuitas como las mujeres están llamados.

La comisión se reunió dos veces con el Padre General. El padre Sosa subrayó que tanto los jesuitas como las mujeres son colaboradores en la misión de Dios. Señaló que el “clericalismo” y la falta de apertura a la “interculturalidad” destruyen muchas iniciativas de colaboración de la Compañía de Jesús. Nos animó a permanecer abiertos a los impulsos del Espíritu Santo.

 

Imágenes e información de jesuits.global