Fe, esperanza y caridad en medio de las turbulencias; compromiso ignaciano en la sociedad: palabras del Superior General que pueden impactar a los malgaches.
A mediados de la semana pasada, el P. Arturo Sosa SJ, Superior General de los jesuitas, llegó a Madagascar, gran isla del Océano Índico cuya Provincia jesuita cuenta con más de 275 miembros. Uno de los elementos de su programa es la participación en la Asamblea de Superiores Mayores de África y Madagascar (JCAM), pero antes fue recibido por el Provincial del lugar, el P. Fulgence Ratsimbazafy, quien le guio en la visita a varios apostolados y comunidades jesuitas.
En el Collège Saint Michel de Antananarivo, se pidió al General que bendijera la nueva residencia de la comunidad. También pasó tiempo con los hermanos jesuitas, un grupo de compañeros a los que se siente cercano y con los que siempre muestra una cálida atención durante sus viajes.
El jueves 6 de octubre viajó al sur del país, donde los jesuitas están presentes en varias parroquias y en sus numerosos puestos de misión. Su visita incluyó reuniones en Mananjary y Fianarantsoa. En cada una de estas ciudades hay un colegio dirigido por la Compañía.
En el Collège Immaculée Conception en Mananjary se reunieron todos los que llevan a cabo la misión de la Compañía en la región, toda la familia ignaciana: empezando por los profesores y alumnos del colegio. También se hicieron presentes otros colaboradores, laicos, religiosas, miembros del MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil), CVX y MCCP (profesionales cristianos).
El mensaje del padre Sosa, vinculado a la dura realidad vivida por la región durante el paso del ciclón Batsirai el pasado mes de febrero, pretendía apoyar y alimentar la fe, la esperanza y la caridad que se manifestó entonces. El Padre General subrayó que, en tiempos de crisis, sólo el apoyo mutuo y la solidaridad pueden superar el sufrimiento. Elogió a los habitantes de Mananjary por no perder la fe y la esperanza en medio de las turbulencias.
De cara al futuro, invitó a su audiencia a reflexionar sobre las Preferencias Apostólicas segunda (caminar con los excluidos), tercera (acompañar a los jóvenes) y cuarta (cuidar la Casa Común). El P. General dijo que “podemos ver que el ciclón Batsirai es un claro indicador de los cambios climáticos que afectan a los más pobres”. Destacó cómo la educación puede desempeñar un papel en la mejora de las condiciones de vida, en el espíritu ignaciano del Magis.
En Fianarantsoa, el General celebró una Eucaristía en el Collège Saint François Xavier y colocó la primera piedra del nuevo edificio de la escuela primaria. Durante su encuentro con los compañeros apostólicos de la Compañía, les invitó a profundizar en la espiritualidad ignaciana. De este modo es posible desarrollar una visión común del trabajo de la Compañía en una región o Provincia. Les llamó a “espiritualizar” su vida cotidiana según el espíritu ignaciano de vivir la fe en el mundo. Más aún - y para dar impulso a este esfuerzo - insistió en la importancia de promover la justicia como elemento esencial de nuestra identidad y misión, e incluso de no tener miedo a comprometerse en las esferas de la vida social y política, “a la manera jesuítica”.
Imágenes e información de jesuits.global