Los jesuitas de Haití pudieron realizar varias tandas de Ejercicios Espirituales con jóvenes de escasos recursos gracias al Programa Claver de la CPAL. El P. Stanley Charles SJ, director del Centro de Espiritualidad Manresa y maestro de novicios en nos comenta lo que esta experiencia significó para ellos y el contexto en que se vivió.

 

En Haití hemos realizado los encuentros con 122 jóvenes en tres zonas, dos en Canaán y una en Croix Des Bouquets, los cuales se realizaron de la siguiente manera:

Del 20 al 23 de mayo 2021 nos reunimos con 22 jóvenes que están terminando su bachillerato en el colegio Fe y Alegría en Canaán. Este es un barrio de invasión que surgió después del terremoto del 2010, también un lugar de acogida a las personas que huyen de las zonas de conflicto entre grupos armados. Estos jóvenes son alumnos de una escuela dirigida por una comunidad religiosa, las hermanas de AMICO (Amistad Misionera en Cristo Obrero).

Canaán se evidencia como una zona de mucha pobreza, pues la mayoría de los niños no tienen lo necesario para vivir. Sus padres, por la situación de pobreza, muchas veces deben entregarlos a sus familiares o conocidos, pero desafortunadamente esto se presta para maltrato de los menores. En general, viven situaciones precarias en todos los sentidos.

En el colegio San Ignacio se han organizado las experiencias en dos momentos: del 10 al 13 y del 17 al 20 de marzo del presente año, con 63 alumnos de Croix Des Bouquets.

Esta zona era al inicio un sector campesino pequeño con pocos pobladores, pero poco a poco ha ido creciendo el número de habitantes con la llegada de grupos armados, uno de los más famosos del país: “400 Marozo”. En este lugar se convive con los miembros de este grupo y sus aliados, los cuales de vez en cuando alientan el desorden en la zona.

En un tiempo Croix Des Bouquets fue la zona del noviciado jesuita, pero por la inseguridad tuvimos que trasladarnos. De las pocas escuelas que todavía se mantienen, está el pequeño colegio de los Jesuitas, pero desafortunadamente aquí todo funciona según la voluntad y el humor de los bandidos.

Hemos inventado una fórmula para realizar las jornadas con los jóvenes y es utilizar el uniforme del colegio para las actividades que se han realizado durante dos fines de semana, las cuales han sido un éxito y los jóvenes han estado muy contentos.

Por la inseguridad, ahora estamos en Ouanaminthe con el noviciado. Así hemos tenido la posibilidad de realizar actividades con los jóvenes de nuestra parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en D’Osmond.

Esta es una zona de campo también muy pobre, con muchos jóvenes y presencia de iglesias protestantes. 37 jóvenes participaron en esta actividad del 02 al 05 de junio de este año, y es la primera vez que se realiza.

Los jóvenes estaban muy contentos, en especial porque fue un momento para compartir lo que sienten.

Nos hemos dado cuenta, una vez más, que la juventud está necesitada de algo significativo, diferente a todo lo que encuentran de sensacional en las redes sociales. Tomar tiempo de silencio, revisar la propia vida, contemplar la presencia de Dios en el aquí y ahora de su vida ha sido muy significativo para ellos. Se ve que tienen una imagen de un Dios lejano, interesado más que todo en castigar, pero con esta experiencia de los ejercicios espirituales descubrieron en su propia vida y en el compartir con los demás jóvenes que Dios es bueno y es amor.

Resultado y seguimiento las experiencias

En el Colegio Fe y Alegría en Canaán

Era la primera vez que los jóvenes se daban un tiempo para ellos mismos y con otros jóvenes para escucharse. Fue un poco difícil al inicio, pero después se integraron a la dinámica. Al joven haitiano le cuesta mucho decidirse a hablar por miedo, vergüenza, por temor a ser juzgado, etc.

Los jóvenes reflexionaron sobre lo que van a hacer y lo que pueden hacer concretamente después de los estudios, se plantearon un pequeño plan de vida.

Un grupo de 10 jóvenes mantiene contacto y se reúnen para compartir lo que han vivido. Los demás jóvenes han estado un poco dispersos por varias razones: inseguridad en la zona, desplazamiento de sus padres, sentirse amenazados, etc.

El fruto más grande de este proceso es el caso del joven Denulson: después de este espacio de discernimiento ha decidido hacer un “bwat fresco” (una caja en la que se tiene hielo molido en la cual se agrega jugo de distintos sabores) para vender en la escuela. Es muy significativo en nuestra cultura, pues alguien que termina su bachillerato se cree más que los demás y hay trabajos que no le gusta realizar. Pero con esta actividad económica el joven Denulson ha podido ayudar con la escolaridad de su hermanito y también él mismo ha podido pagarse un curso técnico en las tardes.

En el Colegio San Ignacio de Croix des Bouquets.

Es de resaltar la importancia que los jóvenes le han dado al hecho de compartir lo que están viviendo: sus miedos y sus esperanzas. Ellos manifiestan que es la primera vez que realizan una actividad así y que antes no se conocían entre ellos o, por lo menos, no a este nivel de confianza.

Para ellos hemos dispuesto un espacio para el acompañamiento. Dos jesuitas disponen un día para este proceso. Cada martes, un maestro Jesuita trata de profundizar con ellos algunos aspectos de la oración y de la espiritualidad.

En este momento, la situación de orden público es muy delicada. Se espera la paz para seguir acompañándoles. Mientras tanto, tenemos un grupo whatsapp para animarlos, cada participante tiene un cuadernito para hacer su examen de consciencia y compartir lo que desea de su proceso en el grupo.

La parroquia Nuestra Señor del Perpetuo Socorro en D’osmond/Ouanaminthe.

Tenemos planeados encuentros mensuales con los jóvenes y vamos a considerar los que tengan don de liderazgo para, después de tres meses con ellos, conformar un nuevo grupo para que puedan participar como animadores en estas formaciones. La parroquia nos ofrece la posibilidad de un mayor seguimiento, el cual vamos a aprovechar.

También estamos reanimando la pastoral de los jóvenes que estaba un poco dormida y estancada.

Por otro lado, hemos creado un grupo whatsapp. Cada participante tiene un cuaderno en el cual puede hacer su examen diario para compartir en dicho grupo lo que quiera.

El proyecto Claver, un rayo de luz para el futuro de Haití

La experiencia de iniciación a los ejercicios espirituales con estos jóvenes me ha confirmado que este método de oración, el darse cuenta de su realidad delante de Dios y el poner en orden la propia vida, puede ayudar en la construcción del hombre haitiano para el desarrollo de un mejor país.

Es reconocido que Haití es un estado fallido, donde muchos factores lo han llevado al deterioro en todo ámbito, como demostración está toda esta inseguridad que estamos viviendo. Vale la pena preguntarnos: ¿cómo hemos llegado aquí?, ¿qué se puede hacer?, ¿cómo podemos aportar desde nuestras pequeñas comunidades?

Creo profundamente que los ejercicios espirituales son una herramienta de suma importancia, pues ayudan a auto-examinarse, ya que fácilmente y en todo espacio se puede escuchar “se pa fot mwen” (no es mi culpa).

Siempre se busca y se encuentra al otro como culpable o responsable. Siento que nos falta esta introspección para vernos frente a cada situación y sacar la propia responsabilidad.

Durante los últimos 25 años he sido testigo de que presentan a 2 presidentes como culpables de la situación del país, a tal punto que se decía: después de su mandato o al eliminarlos, el país va a desarrollarse. Pero la realidad nos ha mostrado todo lo contrario.

Es también un ejemplo que se podría tomar para la vida cotidiana o familiar, donde siempre se señala al otro como culpable. Así, creo que la práctica del examen al cual nos invitan los ejercicios espirituales con los jóvenes, puede ayudar mucho justamente para darse cuenta también de sus errores, creando acciones de mejora para su vida, la de su comunidad y país.

Con 122 jóvenes hemos visto resultados concretos: el poder hablar de uno mismo en términos de reconocer la Gracia de Dios en la propia vida, como también reconocer los errores para mejorar, o en tomar una decisión y crear un plan de vida para continuar hacia adelante. Este punto de creatividad es relevante para enfrentar la dura realidad, pues debido a la situación del país todavía muchos jóvenes se recargan sobre la responsabilidad de sus padres y les cuesta ir más allá.

Vamos a dar continuidad con los ejercicios espirituales en las escuelas, también en la parroquia donde hemos iniciado este método de oración y de introspección. Pensamos introducir el examinarse en sus reuniones y ayudarlos a profundizar.

También pensamos en formar un grupo de líderes capaz de animar a los demás. En la parroquia ya hemos hecho el primer paso en esto, vamos a continuar buscando jóvenes que puedan constituir un grupo que sea guía para los otros, sabiendo que un joven hace mucho más impacto sobre su coetáneo. Su testimonio de vida puede conquistar a los demás jóvenes.

Le damos gracias a Dios por la CPAL y por todas las personas que nos ayudan a compartir este tesoro a los jóvenes, de aquí que ellos puedan tomar su propia vida en sus manos y sean protagonistas del destino del país.

 

Imágenes e información de Jesuitas Haití