El P. Franz Bejarano SJ, coordinador de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena (RSAI), comparte una carta a todos los miembros de la Red a propósito del asesinato de los sacerdotes jesuitas en Cerocahui (Chihuahua, México), quienes vivían en una comunidad junto a la población indígena rarámuri.

 

A todos los hermanos y hermanas de la Red:

Estos días han sido de muchos movimientos de espíritu y del corazón. La noticia del asesinato de nuestros hermanos Javier Campos SJ (“Gallo”) y Joaquín Mora SJ (“Moritas”) han golpeado profundamente en la Provincia mexicana y en especial a la Misión de la Tarahumara. A mi mente vienen imágenes de nuestro último Encuentro del año 2014 en Sisoguichi, donde compartimos días de diálogo esperanzador de cara a nuestra misión con y en los pueblos indígenas. En este encuentro compartimos con el “Gallo” y el “Moritas” y todo el equipo pastoral de la Misión Tarahumara que en ese momento contaba con 13 jesuitas en 3 comunidades, y una de ellas era la de Cerocahui.

Acercarnos a la realidad de los pueblos rarámuris nos puso en un contexto desde la “Espiritualidad de los Pueblos y su relación con la justicia y el medio ambiente” como tema central de nuestro encuentro. Esta reunión nos ayudó a valorar la constancia y el compromiso de nuestros hermanos jesuitas mexicanos en una realidad concreta y exigente. Por eso mismo en nuestra Declaración de la Tarahumara decíamos:

“Estamos en resistencia frente al despojo de nuestros territorio, símbolo y fuente de nuestra identidad. Resistimos desde nuestra espiritualidad, en la danza y la oración, en la sabiduría y el conocimiento de nuestros abuelos y abuelas.  Resistimos por nosotros y por todos. Porque la tierra es una sola y es casa y es madre de todos.” (Declaración de la Tarahumara a la CPAL)

Hablar de nuestros pueblos es hablar del compromiso como cristianos por el Buen Vivir de los pueblos en resistencia. La lucha por la justicia no termina, y el dar la vida por los hermanos nos mueve a volver a realizar nuestra oblación de mayor estima y momento.

Agradecer a Dios por la Vida de nuestros hermanos y su compromiso hasta dar su propia vida por otro hermano. Nos invita a renovar nuestro compromiso con los pueblos indígenas. Se nos van yendo nuestros “apus”, nuestras lumbreras que nos marcaban el camino; ojalá frente a esta situación nos sintamos retados en nuestra opción de seguir apostando por los preferidos del Padre.

Ánimo y liberalidad (EE 5) pedía san Ignacio en los Ejercicios para poder avanzar en el camino hasta llegar a identificarnos con Cristo pobre y humilde. Nuestros hermanos Javier y Joaquín cumplieron con esta recomendación y siento que ellos son para nuestra Red una señal de confirmación de nuestra Misión con Cristo.

Dios Padre-Madre nos cuide y nos bendiga.

 

Imágenes e información de la Red de Apostolado Social y Apostolado Indígena - RSAI