En la Parroquia de San Francisco de Belém do Solimões, en la Diócesis de Alto Solimões, región fronteriza entre Brasil, Perú y Colombia, poco a poco el pueblo ticuna de la región está haciendo realidad una Iglesia con rostro indígena. Se trata de uno de los pueblos más numerosos de la Panamazonía, llegando a tener una población de unas 50 mil personas entre Brasil (que alberga el mayor número), Perú y Colombia.

En ese avanzar de una Iglesia que vive la inculturación y la interculturalidad se ha dado un paso más, con un encuentro de formación a nivel diocesano celebrado en Belém do Solimões, del 23 al 27 de febrero. 208 ticunas, entre ministros de la Palabra, Catequistas y Agentes del Diezmo, jóvenes y adultos, vivieron una intensa formación bíblica en la lengua materna. Fueron 21 comunidades de 5 parroquias de la Diócesis de Alto Solimões.

El encuentro se vivió en un clima de compromiso, implicación, participación, oración, dinámicas, representaciones teatrales, seriedad, cantos, alegría y unidad, según los organizadores. Pero el gran paso dado, que significa un gran avance en el camino hacia una Iglesia con rostro indígena, fue la firme decisión y el compromiso unánime de traducir la Biblia a la lengua ticuna. El primer paso se dará con la traducción del Evangelio de San Marcos, distribuyendo esta nueva misión bíblica en varias comunidades.

Mons. Adolfo Zon, obispo de la Diócesis de Alto Solimões, destacó que «fray Paolo Braghini, siguiendo las directrices de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil y de la Exhortación Apostólica postsinodal Querida Amazonía, a través de estos encuentros está creando las condiciones para que el pueblo ticuna pueda contribuir a la realización del sueño de la inculturación de la Palabra de Dios en su cultura».

Según el obispo, «después de haber traducido la Biblia de los niños a la lengua ticuna, que se está utilizando en la catequesis, ahora quiere, sobre la base de una Biblia en lengua ticuna que ya existe en Perú, hacer su propia versión del Nuevo Testamento, empezando por el Evangelio de Marcos en las grafías de los ticuna del Río Solimões, para utilizarla en la Liturgia de la Palabra». Monseñor Zon afirmó que «este proceso necesita tiempo y un buen número de colaboradores, ya que requiere varias revisiones para llegar a la redacción final».

 

Imagen e información de repam.net