Presentamos el reporte del Grupo de Referentes de Ecología de la CPAL sobre la vigencia del webinar realizado en abril del 2020 sobre el impacto del COVID-19 en la ecología.

 

Webinar "Análisis del impacto ecológico del COVID-19,
realizado en abril 2020, aún está vigente

El 30 de abril de 2020, a pocas semanas de haber sido declarada la pandemia global del coronavirus, desde el Grupo de Referentes de Ecología de la CPAL se decidió organizar un webinar sobre el virus y su relación con el cambio climático, su origen, posibles causas e impactos en el medio ambiente, y otras reflexiones y “enseñanzas” que la pandemia y el confinamiento estaban dejando en ese momento.*

Hoy, transcurrido más de un año de dificultades y desafíos asociados a la pandemia, y con el virus aún presente en el continente latinoamericano, queremos compartir el video de este diálogo y parafrasear algunas de sus reflexiones, pues aún siguen vigentes y pueden aportar a la comprensión y abordaje de la situación.

Pandemia & Humanidad

Esta pandemia nos está enseñando lo frágiles que somos como raza humana: mientras los ecosistemas “se fortalecen” (tras un aparente resurgir de la naturaleza no humana), nosotros estamos pereciendo. Esta experiencia también nos ha reconectado, nos ha llevado a recordar y reconocer que somos una sola especie, estamos genéticamente interconectados, habitando un espacio superpoblado. Aunque frente al virus todos somos vulnerables, como siempre no todos somos igualmente vulnerables, por lo tanto la solidaridad urge y es clave.

Degradación ambiental en el origen de la pandemia

La destrucción del hábitat, el consumo y contacto cercano entre las especies silvestres y los humanos, permitió la transmisión del virus entre especies, resultando en la aparición de esta nueva enfermedad humana de rápida propagación en el mundo globalizado. Estas interacciones son cada vez más frecuentes, dada la explotación de recursos naturales para responder a las crecientes demandas de energía, alimentos de origen animal, en una población en constante crecimiento. A pesar de las vacunas que se desarrollen para enfrentar este virus, aparecerán otros nuevos. Los problemas del cambio climático permanecerán hasta tanto las naciones, la sociedad civil, toda la población, no tome conciencia y acciones contundentes para combatir el cambio climático.

Pandemia & Economía

Desde el Foro Económico Mundial, no se consideraba una pandemia causada por un agente infeccioso, como una de las principales amenazas de la humanidad. De hecho, en sus 15 años de historia, en su informe 2019-2020 señala por primera vez el riesgo ambiental en las primeras posiciones: cómo el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y los riesgos ambientales, pueden afectar la economía. Lo anterior representa un avance en la visión de las amenazas climáticas. Esta crisis podría tener un mayor impacto a largo plazo sobre el ambiente, con mayores costos en la salud humana, la seguridad y la vida, si se continúan desvirtuando las iniciativas globales para abordar este cambio climático, argumentando en la necesidad urgente de concentrar los esfuerzos por intentar contener la pandemia para, sobre todo, salvar las economías. Plantear los esfuerzos en función de la capacidad de carga de los ecosistemas (resiliencia biótica), y no en función únicamente del rendimiento económico.

Urgente diálogo para el cambio

Debe comenzar el diálogo entre el ecosistema y la raza humana. Un cambio hacia una visión colaborativa, multilateral, de voluntad política. Esta puede ser una oportunidad de oro para planificar la recuperación del covid-19, pero pensada también a través de un cambio que aborde el cambio climático, pues ambos están vinculados. Un cambio que proteja el ambiente, que revierta la pérdida de la biodiversidad, garantice la seguridad y la salud de la humanidad. Cualquier diálogo debe considerar que el proceso socioeconómico del siglo pasado, se basó en una explotación insostenible de los sistemas naturales, poniendo en peligro la continuidad de tales ganancias económicas, un alto costo de nuestro ecosistema, y con implicaciones de gran alcance para la salud.

Se trata de salud planetaria

Hay que entender que la naturaleza en sí misma no es una fuente de amenaza. Posiblemente (y ojalá) esta crisis suponga nuestra entrada como seres humanos en una madurez como sociedad. Debemos adoptar un enfoque de salud planetaria para evitar otros riesgos potenciales que puedan surgir a partir de aquí. El concepto de salud planetaria se basa en la comprensión de que la salud humana y la civilización, definitivamente dependen de los sistemas naturales. El progreso económico del siglo pasado ha tenido un costo terrible.

Conclusiones:
  • Asumir que la crisis originada por la pandemia se vincula principalmente a “lo ambiental y a lo social”, ayuda a comprender mejor la crisis y evidencia la insustentabilidad planetaria. Estamos sobre un modo de vida, de producción y desarrollo no sostenibles y altamente vulnerables, y eso no finaliza con el desarrollo de la vacuna.
  • A pesar de la universalidad de la pandemia, la vulnerabilidad es desigual. Se debe imponer la solidaridad y el acompañamiento, son fundamentales.
  • Esta crisis no termina con el fin de la pandemia. Las previsiones sobre el agravamiento de la emergencia climática, siguen estando vigentes y urgen a intensificar las medidas y acciones de mitigación y adaptación.
  • Insistir en repensar algunos aspectos como cuál es nuestro comportamiento social, cómo están configuradas nuestras actividades económicas, y cómo nos estamos organizando para la vida.

*Para conducir el diálogo estuvieron como invitados Joaquín Benítez, Director de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Andrés Bello (Caracas, Venezuela), y Florencia Cordero, Coordinadora de Sustentabilidad Ambiental de la sede de la UCAB en Guayana, Amazonia venezolana.

Descargar Reporte 004 - Julio 2021

 

Oficina de Comunicaciones CPAL