Esta edición es una ampliación del estudio publicado en 2016 con el título "Las Migraciones en las Fronteras en Iberoamérica". Destaca este volumen por la incorporación novedosa del análisis de lo que sucede en la frontera de República Dominicana y Haití, la franja fronteriza de Brasil y la linde entre Paraguay y Argentina.

Las fronteras son límites trazados por la mente y la pasión humanas entre espacios diversos. Las fronteras son ambivalentes: constituyen a la vez un lugar de encuentro y de separación; bordes de colisión, pero también de fecundación mutua; paisajes compartidos por comunidades humanas y límites de soberanía nacional.

Las fronteras siempre fueron canales de tránsito, vías que permitían flujos de personas y de bienes. A través de ellas nos hemos enriquecido. Los procesos de encuentro no han sido sencillos, ni han estado libres de conflictos e incomprensiones, pero han permitido la evolución de las sociedades y su progreso. Hoy nos reconocemos como parte de una misma especie humana –o incluso familia– gracias a haber traspasado numerosas fronteras y a haber construido nuevas realidades: civilizaciones, ámbitos supranacionales de colaboración e intercambio comercial, áreas de influencia cultural o familias transnacionales.

Las culturas más abiertas y evolucionadas han sido cruce de caminos entre comunidades dinámicas en las que se produjo una fecundación mutua, superando barreras y distancias. Se afrontaron las
diferencias y surgieron sinergias que crearon nuevas realidad es. El diálogo y el intercambio cultural dan lugar a nuevas síntesis.

Las fronteras se reforzaron durante los procesos de construcción nacionales, durante los cuales se definieron los límites de los estados. Estos límites proceden en su mayoría de contiendas y guerras, de tratados de paz impuestos por los vencedores y de acuerdos internacionales de las potencias coloniales. Se trazaron con la sangre y aún se defienden con ella.

La globalización nos ha permitido comprender que todo está interconectado, que unos mismos fenómenos nos afectan a todos –aunque sea de modos diversos– y que todos somos responsables de la humanidad y del planeta. El proceso globalizador ha favorecido el movimiento de capitales, de bienes y de servicios, mientras ha puesto trabas a los flujos de personas, principalmente a los trabajadores pobres y de escasa formación. Una globalización que se ha desarrollado bajo el signo del poder de los capitales y subordinando a las personas.

Este proceso globalizador ha puesto de manifiesto las diferencias entre países y grupos, como nunca antes. La comunicación y el mayor contacto han permitido saber más unos de otros. Hoy todos somos conscientes de las enormes disparidades de bienestar, difícilmente justificables. Los excluidos buscan participar de ese bienestar, y en su medida, conseguirán hacerlo. No es posible poner puertas al campo. La migración es un proceso que aumentará en los próximos años. No será posible detener a los más necesitados cuando quieren participar de los bienes que nos corresponden a todos.

Las fronteras son hoy lugares privilegiados en los que estudiar qué está sucediendo en nuestro mundo, cuáles son las tendencias, las lógicas que prevalecen y los valores que se defienden. El
Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (OBIMID) con sede en el Instituto de investigación sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas Madrid ha
coordinado el presente estudio sobre las migraciones en las fronteras en Iberoamérica, incorporando a la consideración un largo conjunto de fronteras: la frontera sur de España-Norte de África, la triple frontera andina Chile-Perú-Bolivia, la frontera Norte México-EE.UU, la frontera Sur México-Centroamérica, las fronteras de Colombia con Venezuela y Ecuador, la de República Dominicana con Haití, la franja fronteriza de Brasil y la de Paraguay con Argentina. Son una buena muestra en la que estudiar qué está sucediendo en estos espacios de tránsito, cada día más difíciles para los migrantes pobres y vulnerables.

Este estudio ha querido centrarse en cuatro ejes: la descripción de la frontera territorial, la regulación legal sobre los flujos migratorios en las fronteras, la exposición de las características socio-demográficas de los flujos migratorios y la descripción de los aspectos y situaciones de mayor vulnerabilidad e indefensión que sufren los inmigrantes.

El gran aporte, sin embargo, consiste en el protagonismo dado en el estudio a los propios migrantes. La riqueza de este documento reside por tanto en que está realizado a partir de la experiencia de cercanía y convivencia diaria con los flujos de migrantes en las fronteras mencionadas. El estudio contiene la requerida calidad académica, pero se apoya en la vida compartida con las personas en tránsito en las fronteras. No es fácil reunir tal variedad de escenarios y replicar las condiciones para el estudio. El resultado es una magnífica panorámica sobre uno de los patios traseros de nuestro mundo, en el que se muestran las lógicas y los valores que nos mueven.

En las fronteras iberoamericanas objeto de estudio queda de manifiesto la oposición existente entre una lógica del poder que refuerza las fronteras y una lógica humanitaria que trata de responder a las necesidades de las personas que las atraviesan. Se detecta la situación de particular vulnerabilidad que afrontan las mujeres y los niños, así como la extendida arbitrariedad de las fuerzas de seguridad en las fronteras, amparadas en la oscuridad de los vacíos legales. Se está produciendo también una progresiva externalización de las fronteras, a través de la cual los países más ricos
tratan de detener el flujo de migrantes en una frontera anterior a su país, impidiendo de este modo que las problemáticas vividas lleguen a la opinión pública de sus países y debilitando las garantías humanitarias. Esto está convirtiendo a los países que antes solo eran de tránsito, en países de recepción. Es una de las falsas soluciones que están promoviendo tanto la Unión Europea como Estados Unidos, poniendo aún en mayor riesgo las vidas de las personas migrantes.

El presente estudio, después de analizar cada una de las fronteras, concluye con una descripción de conjunto de este fenómeno. Ofrece también algunas recomendaciones para mejorar la seguridad y la defensa de los derechos humanos de los migrantes. Propone mejoras en la atención a los migrantes que viven en las fronteras y programas de apoyo para su integración.

En definitiva, un ejercicio académico serio y riguroso, cercano a las vicisitudes de los migrantes pobres y vulnerables, que ofrece vías para afrontar las problemáticas surgidas en las fronteras desde las lógicas humanitarias.

 

Patxi Álvarez de los Mozos, SJ
Secretario para la Justicia Social y la Ecología de la Compañía de Jesús

 

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