A continuación, presentamos la edición 78 diciembre 2020 de la Carta Panamazónica publicada por el Servicio Jesuita Panamazónico.

Misión de Navidad en las comunidades de la Triple Frontera

Para la misión navideña de este año, contamos con la presencia de tres estudiantes de teología del CIF de BH y formamos tres equipos de apoyo en las comunidades de la triple frontera, distribuidos de la siguiente manera: Juan Pablo SJ (COL) y Edmo Flores (SJPAM) en el lado peruano, Paolo Brivio SJ (ITA), Miguel Peón SJ (MEX) del lado brasileño y P. Valerio Sartor sj y Hermano Rodrigo Castells (SJPAM) del lado colombiano. En esta Carta Panamazónica, cada equipo comparte su experiencia.

La comida compartida en comunidad, encuentro con el amor de Dios que se dona

Experiencia vivida por Paolo Brivio, SJ y Miguel Peón, SJ con las comunidades indígenas Ticunas y Kocamas de la parroquia de Belem dos Solomoes, lado brasileño, que consistió en acompañar a los equipos misioneros con la catequesis y juegos lúdicos a niños y niñas, la Celebración de la Palabra, visitar familias y personas enfermas.

En la cercanía con las personas de las comunidades visitadas, fuimos testigos de la presencia de Dios en medio de ellas. Fuimos muy bien recibidos y acogidos por las personas. Así, con cada detalle que la comunidad tenía con nosotros era experimentar el reino de Dios aconteciendo. Cada familia nos ofrecía parte de lo que tiene y no algo que les sobra. La generosidad iba acompañada con la frase “Dios siempre nos da más”. Evangélicamente fue experimentar en carne propia las acciones de empatía y compasión de la parábola del “Buen Samaritano”. Pero esta generosidad no estaba reducido solamente a los misioneros, sino que es parte del modo de vida, propio de las comunidades visitadas de ayudarse, de solidarizarse y de ser empáticos con los miembros de sus comunidades para dar respuesta a las necesidades humanas en medio de la grande selva. Así, la generosidad, la empatía y el deseo de responder a la precariedad que se vive está manifestado en el acto de compartir la comida y de socorrer a las necesidades de alguien que necesita de ayuda.

De este modo, la experiencia de encuentro y trabajo realizados en este tiempo de Navidad en comunidades Ticunas y Kocamas, está marcado por dos movimientos. El primero por el acto humano de empatía y de compasión a las necesidades humanas en el día a día. En nuestra experiencia, muy concretamente al hambre y a la soledad, necesidades humanas, que no pueden ser satisfechas de modo personal, y sí comunitariamente. El segundo movimiento, el deseo de responder a ellas, satisfaciéndolas de modo concreto: compartiendo la comida y estando próximo a los otros en todo momento. Estos dos momentos, recuerdan la contemplación para alcanzar amor de los Ejercicios de Ignacio de Loyola (EE.EE. 231). En otras palabras, en esta experiencia de Navidad con las comunidades amazónicas se cumple el hecho de poner la propia vida en común al servicio de los demás. Sin duda, estas dos huellas serán guía en nuestro proceso de formación como jesuitas, y al mismo tiempo, una invitación para interiorizar en el camino de formación que, como comunidades necesitamos tener en el proceso de construirnos como personas. Es ahí, en ese doble movimiento de sentir compasión frente a la realidad del otro y de responder a su necesidad, el lugar teológico donde acontece la Encarnación del amor de Dios, manifestado en la historia humana en el nacimiento de Jesús de Nazaret.

Misión de navidad en la parroquia de Nazareth, Colombia

Este año, a diferencia de los anteriores, debido a la pandemia, no ha sido posible la participación de los misioneros capuchinos, por lo que el P. Valerio sj, Hno Rodrigo sj, dic. Ferney, misionera Magnolia y Fr. John William, fuimos las personas responsables de organizar y acompañar las novenas y celebraciones de Navidad con las 13 comunidades indígenas de la parroquia de Nazareth, Vicariato de Leticia. En dichas comunidades se motivó y acompañó la instalación de los pesebres y cada día se rezó la novena propuesta por la REPAM Colombia. No faltaron los villancicos animados y cantados con gran entusiasmo y devoción por niños y adultos de las comunidades. Tampoco faltó la preparación y celebración de los sacramentos de Bautismos, Eucaristías y Confirmación.

Para una mejor celebración de la Navidad, se utilizó parte de los recursos provenientes de Entreculturas, destinado a la ayuda humanitaria, para entregar a las comunidade algunos productos (pollo, arroz, leche, chocolate, galletas, dulces) y preparar así un compartir navideño, al cual, las familias de las comunidades también aportaron para que fuera posible que la comida alcanzara a todas las personas. Ha sido una oportunidad importante para fortalecer el trabajo pastoral con las comunidades y a la vez, insistir en el cuidado y protección frente a la Covid-19.

Finalmente agradecer a todas las personas que de una u otra manera hicieron posible esta hermosa experiencia de abundancia que trae el renacimiento del humilde Niño Dios en los corazones de las personas de las comunidades. Los “vivas” al niño Jesús todavía resuenan en el corazón de la Selva, del río y sus pobladores.

Misión en las comunidades del Río Yavarí

Del 13 al 24 de diciembre los estudiantes jesuitas Edmo Flores, brasileño, y Juan Pablo Macías, colombiano, estuvieron en el río Javari visitando las comunidades peruanas y colaborando en los trabajos de la parroquia Señor de Los Milagros. Esta parroquia abarca todo el territorio del Distrito de Javari - Perú. Actualmente no tiene párroco, y cuenta con la ayuda y la presencia de tres religiosas de diferentes congregaciones. Se trata de una comunidad intercongregacional. Además de Islandia, capital del distrito de Javari, visitaron otras cinco comunidades. Los estudiantes, fueron acompañados por la Hna. Maria das Dores, franciscana de Nuestra Señora del Amparo, que vive en Islandia y trabaja en la parroquia. La Hna. Ivanês, Religiosa de la Inmaculada Concepción, se quedó en Islandia para acompañar los trabajos en preparación de la Navidad.

En la visita a estas comunidades se realizaron visitas a las familias, conversaciones con los líderes de las comunidades y celebraciones de Navidad.Todo esto proporcionó un mayor conocimiento de la realidad de las comunidades de Javari y fortaleció el vínculo con personas e instituciones que trabajan en esa región. La experiencia de misión en estas comunidades fue una oportunidad de escuchar a la gente y aprender de ellas sus valores de vida, sentir con ellas los anhelos, las preocupaciones y la alegría de vivir en comunidad.

 

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