La Revista Comunicación nos comenta sobre las migraciones desde la óptica mediática

“No, francamente no”, es la respuesta de Karen V. Pérez Martínez. “No ayudan”, subraya. Se refiere a los medios de comunicación y al tratamiento que dan a la realidad migratoria. Estamos conversando para “En-Re(d)ándonos SJ”, un programa de la Red de Radios Jesuitas de América Latina y el Caribe, que entrevista a personas de instituciones que trabajan en red, en este caso, en el campo migratorio. Karen, que coordina la legación local del Servicio Jesuita Refugiados México, vive en Tapachula, esa ciudad al sur, cercana a la frontera con Guatemala, que se convirtió en una especie de gran centro de retención durante el tiempo del denominado Título 42. “Proclaman mensajes xenófobos y contagian a las autoridades, que repiten lo que dicen los medios convencidos de que así tendrán más apoyo electoral”, afirma Alejandra Corona, responsable de de la legación en el norte, en Ciudad Juárez.

Tengo delante la revista Comunicación, en su número 201, publicada por el Centro Gumilla de los jesuitas de Venezuela. Es un monográfico sobre migraciones desde la óptica mediática. Lo que Karen y Ale dicen para México, lo podemos leer sobre el tratamiento mediático de los migrantes venezolanos en Perú, recogido en el monográfico a partir de un estudio de la Universidad Católica del Perú: el 60% de los eventos delictivos tratados por los medios hacen referencia a personas venezolanas. La criminalización se acentúa cuando vemos que el 70% en las teles y el 80% en los periódicos de las menciones a venezolanos están vinculadas al crimen.

En otra nota, al plantear “las viejas mañas y las nuevas caras” de los medios ante la diáspora, Humberto Jaimes Quero hace notar que ni la sociedad ni la prensa estaba preparada para un éxodo como el vivido por una sociedad que, más bien, estaba acostumbrada a ser receptora de población migrante y se vivía a sí misma como hospitalaria. Hace notar que ahora, en que profesionales del periodismo se sumaron al éxodo, cuando empieza a haber un tratamiento diferente de la realidad migrante por parte de comunicadores y comunicadoras que han pasado de ser meros observadores a protagonizarla.

Llama mucho mi atención también el artículo que lleva la firma de Ysabel Viloria, que subraya cómo “la proliferación de informaciones falseadas sobre medidas migratorias, rutas de movilidad y diligencias de identidad” suman al éxodo físico una suerte de destierro de la desinformación. Para Liza López Vinogradoff, autora de la nota “Contar la migración con mirada de cronista”, las personas y sus historias son la materia de narración contra la desinformación y la tergiversación mediática: una mirada de asombro ante las personas puestas en su contexto para ir también a las causas y consecuencias de la realidad migratoria.

“¿Todos se van?”, se pregunta la nota introductoria de este magnifico número (201) de la revista Comunicación. Aunque lógicamente se centra en el caso venezolano, el escrito advierte que se habla de Venezuela y del mundo: la movilidad humana es un complejo fenómeno global. En cada una de las notas se aborda un aspecto diferente sobre la realidad que debe abordarse desde una perspectiva comunicativa: políticas públicas, integración económica, convivencia… Y en todas se apunta a la necesidad de un trabajo que ponga en el centro a las personas y combata tanto los tópicos de los medios tradicionales como la desinformación generada a través de un volumen inmenso de mentiras que circulan con apariencia de verosimilitud en las redes.

En la conversación con Karen (JRS Tapachula) y Ale (JRS Ciudad Juárez) está también Elías, del equipo de Fe y Alegría Panamá. Nos habla de su reciente visita al Darien: “Es el lugar mediático. Pero la realidad es que es lo fácil. Lo difícil es el tránsito desde ahí a la frontera con México: de la selva tropical pasamos a la selva humana”. “¿Y los medios? ¿Cómo podemos ayudar?” Pregunto en busca de alguna pista: “Nos ayuda que se cuente la verdad de las personas y también lo que hacemos. Es mucho. Es esperanza”.

 

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P. Lucas López SJ.