Venezuela vive una de las mayores hiperinflaciones en la historia de América Latina, los servicios públicos no funcionan, la estructura sanitaria a nivel nacional se encuentra casi desmantelada, la violencia es una de las mayores del mundo, entre otras problemáticas que materializan la crisis social, económica, política e institucional que existe en el país. Esta crisis ha empujado a miles de venezolanos a abandonar el país en búsqueda de una vida digna, dando lugar a una crisis migratoria sin precedente en América Latina.

Desde todos los rincones del país, las personas emigran por el estado Táchira, existiendo una dinámica fronteriza muy particular en los últimos años. El Táchira (Venezuela) tiene límites fronterizos con el Norte de Santander (Colombia), existiendo tránsito formal e informal. Hasta el 2015 la frontera estuvo abierta, desde agosto de ese año, la frontera se cruza caminando por los pasos formales e incluso durante periodos las personas no han podido cruzar, teniendo que caminar por los pasos informales o “trochas”. A partir del 23 de febrero de 2019, el gobierno venezolano cerró el paso por los puentes internacionales y durante semanas todos tenían que cruzar la frontera por las trochas, luego solo se ha permitido el paso a estudiantes, personas con récipes médicos y adultos mayores que se trasladan al lado colombiano para proveerse de los productos que necesitan. Ante la magnitud del flujo migratorio, las autoridades colombianas, decidieron autorizar la entrada regular a Colombia a miles de venezolanos (sellando su pasaporte), a quienes la autoridad migratoria venezolana impidió la salida regular de su país.

Ante la necesidad de dejar registrada la crisis migratoria y contribuir con la reflexión y entendimiento de este fenómeno social, varias instituciones venezolanas como la Universidad Católica del Táchira (UCAT), Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Servicio Jesuita a Refugiados (SJR, Venezuela), Centro Gumilla, Observatorio de Investigaciones Sociales en Frontera (ODISEF), y la Universidad Simón Bolívar (UNISIMON - Cúcuta, Colombia) se unieron para realizar el estudio “La Movilidad Humana Venezolana II, realidades y perspectivas de quienes emigran (8 de abril al 5 de mayo de 2019)”, con la colaboración de Migración Colombia.

La población objeto de estudio son los habitantes de Venezuela que emigraron durante ese periodo por la frontera Táchira - Norte de Santander, cruzando los pasos informales o formales según el caso y sellan su pasaporte en el puesto de control migratorio en La Parada, municipio Villa del Rosario, Colombia. La muestra fue de 12.957 emigrantes mayores de edad. Los resultados de este año pueden compararse en su mayoría con los obtenidos en el 2018 y muestran que los factores estructurales que empujan a las personas a migrar son cada día mayores, así como la pérdida para Venezuela de población joven, fuerza laboral preparada y la problemática de la separación familiar, pues miles de familias se alejan, quedando los hijos en el país sin sus padres, con las consecuencias que eso significa para los niños, niñas y adolescentes.

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