La sociedad latinoamericana, si bien se puede decir es moderna, resulta a su vez compleja e inestable. Una considerable parte de su población aún presenta situaciones precarias en cuanto a la satisfacción de buena parte de sus necesidades básicas como el acceso al agua, al transporte, la alimentación, la energía, salud, enseñanza, ocio, y en gran medida, sigue en la búsqueda de un sentido de la vida.

La suma de todas las situaciones descritas, al no obtener una respuesta por parte de los estados nacionales ni por parte de sus propias sociedades, como sucedió de Colombia a partir de la década de los años cincuenta del pasado siglo, se convirtieron en crisol donde se fraguó la violencia y se destruyó la paz y concordia ciudadana.

Al respecto, la literatura sobre el conflicto armado colombiano y su violencia resulta amplia y disímil, si bien en los conceptos e ideas fundamentales que se tratan, las personas invisibles del conflicto siguen siendo invisibles, aun cuando sobre ellas recae el mayor peso de las dinámicas de esa violencia, tanto anterior a los acuerdos de paz de 2016, como en el período posterior, denominado de postconflicto, que se extiende hasta nuestros días.

Para ellas, hombres, mujeres, niños y niñas, en su gran mayoría de las áreas rurales y más pobres de Colombia, lo que les podría decir la palabra paz, en su origen latino (pax, pacem): tranquilidad, calma, sosiego en el ánimo, estado de armonía civil en una nación y concordia, les resulta un concepto desconocido e inalcanzable en su tierra; constreñidos por la presencia de un presente siempre amenazado, la experiencia de un pasado violento y por la incertidumbre de su futuro. Emigrar a otras regiones de Colombia o a otros países, como Venezuela, les resulta una decisión inmediata y sin dilación. No existe nada qué pensar cuando se huye de una violencia que genera muerte.

Ante esta vacante en la bibliografía del tema, un grupo de calificados docentes universitarios, investigadores, de universidades ubicadas en la zona fronteriza entre el Estado Táchira (Venezuela) y el Departamento Norte de Santander (Colombia), siguiendo una rigurosa metodología de investigación, se abocaron en completar ese vacío a través de las tres secciones que conforman la presente obra, con la cual, se busca colocar en manos del lector el verdadero rostro de la violencia.

Así, sólo quien haga una cuidadosa lectura de su contenido, recorriendo temas como el análisis de las dinámicas de la violencia posterior al conflicto, el impacto en la sociedad civil y la movilización de las personas con necesidad de protección internacional (PNPI) en las fronteras del Táchira (Venezuela), Norte de Santander (Colombia), Apure (Venezuela) y Arauca (Colombia),podrá conocer –de primera fuente- la develada realidad del conflicto armado colombiano y del postconflicto, desde la ya no silenciosa pero sí dolorosa voz -y vida-de sus actores más vulnerables, plasmada en el lenguaje sencillo, pero valeroso, de sus testimonios.

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