Compartimos el Boletín Informativo del Proyecto Caribe, de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe; con fecha de mayo 2019, N° 4.

El texto principal es sobre la "Mirada ignaciana a la educación en Puerto Rico: desafíos y aspiraciones", escrito por Cristina Flores-Labault:

Cuando creas que todo está perdido, recuerda que todavía nos queda el futuro… B.G

 

El Puerto Rico de hoy se encuentra ante una encrucijada no solo en temas económicos y políticos, sino también en lo social. Frente a estos desafíos son nuestros niños y jóvenes los más afectados, puesto que es en ellos donde recaerán los efectos de las decisiones que se tomen desde las esferas de poder. Ante esta vertiginosa visión de futuro, el modo de proceder ignaciano parece proveer una especie de respiro esperanzador dado el hecho concreto de nuestros logros, muy dispares a los logros de las escuelas del sector público. Como ignacianos es nuestro deber moral ser críticos del contexto del Puerto Rico que acoge al Colegio San Ignacio de Loyola con el fin de crear puentes entre diversos contextos, punto neurálgico de nuestra misión. Si bien es cierto que la población que atiende el Colegio no representa el perfil del estudiante puertorriqueño común, nuestros jóvenes no necesariamente se encuentran alejados de la problemática que aqueja al país. Es por eso meritorio que la educación ignaciana sea crítica de los problemas que afectan a Puerto Rico con el objetivo de atajar nuestro reto más grande que es la emigración del sector joven y productivo que egresa de nuestras aulas. Dicha fuga de talentos nos afecta tanto en lo económico como en lo social, puesto que los agentes de cambio social que formamos, contribuyen entonces fuera del país en lugar de hacerlo en la isla. Por ende, aunque el estudiante ignaciano se eduque en una especie de “burbuja social” continúa inserto en la compleja situación del país.

La realidad de Puerto Rico no puede entenderse sin explicar su relación política con Estados Unidos. Puerto Rico pasó a convertirse en una colonia de los Estados Unidos a partir de 1898, lo que impide entonces que forme parte de la comunidad internacional. Esta invisivilización que no permite nuestra inserción en la comunidad internacional nos impone un obstáculo más en el desarrollo de políticas autodeterministas, puesto que las decisiones no necesariamente surgen de la isla.

El siguiente documento pretende hacer un breve acercamiento a los grandes desafíos que enfrenta Puerto Rico como resultado de la falta de continuidad en el desarrollo de un plan educativo a largo plazo que enfrente los obstáculos prioritarios que aquejan grosso modo a nuestra juventud. Dicho acercamiento se hará a base de los datos recopilados que forman parte del primer Informe sobre Desarrollo Humano de Puerto Rico. Este informe se realizó en 2016, proveyendo entonces un diagnóstico de la situación que permite primero, la inserción de Puerto Rico como país con una realidad particular, y segundo, la comparación de la isla con otros países. Cabe destacar que los datos incluidos en el informe resaltan la realidad de Puerto Rico antes del paso de los huracanes Irma y María en septiembre del 2017.

Puerto Rico se encuentra entre los países con mayor escolaridad en el mundo. Nuestro sistema educativo se divide en cuatro niveles: preescolar, primario o elemental, secundario o intermedio y secundario alto o superior. El horario escolar es de siete horas diarias, de las cuales seis son de tiempo lectivo. En total el año escolar consta de ciento ochenta días lectivos.

El Departamento de Educación de Puerto Rico cuenta con la mayor asignación del presupuesto del país, a la vez que recibe fondos federales del gobierno de Estados Unidos para ciertos programas educativos. Según el informe, aún cuando se destinan grandes recursos económicos, la calidad de logros no va a la par de la inversión. Entre los grandes retos que enfrenta la educación en la isla se destacan el abandono escolar, las bajas tasas de aprovechamiento académico, las pobres tasas de graduación a nivel universitario y la baja participación de varones en los proyectos educativos. Estos retos tienen raíces más profundas, siendo el problema de la desigualdad social el principal. Actualmente carecemos de programas públicos que trabajen en conjunto con el sistema educativo para atender las realidades cotidianas de una población aquejada por la violencia, que es a su vez resultado de no contar con una oferta educativa atractiva que responda a las necesidades de nuestros jóvenes, en especial los varones. Vale destacar que en una sociedad con alta dependencia de ayudas gubernamentales, y sin el atractivo de un modelo educativo eficiente, el camino que muchos jóvenes ven es el que genera la economía del narcotráfico. En Puerto Rico existen más puntos de drogas que escuelas. Las cifras son alarmantes.

Aunque el panorama resulta desolador, es imprescindible entender que si algo bueno puede producir una crisis es el cambio. Nuestros esfuerzos como educadores ignacianos deben ir dirigidos a modelar no solo una cultura de paz, sino la capacidad de ser críticos de su presente para que así puedan tener la capacidad de modelar un futuro “donde las relaciones humanas sean solidarias, justas y fraternas, para la Mayor Gloria de Dios”. He aquí nuestro mayor reto: crear los líderes que dirigirán a las próximas generaciones de Puerto Rico, capaces de construir un nuevo modelo de país, que responda a las necesidades reales y cotidianas de su gente. Nos toca exponerlos a la realidad que también los afecta, fuera de la protección de nuestra escuela para que creen conciencia del entorno en el que viven.

Nuestro reto es diario y requiere de una constante evaluación y discernimiento acerca de lo que hacemos, y cómo lo hacemos, lleva al continuo desarrollo de estrategias que sean de beneficio para nuestros estudiantes, eje de nuestra profesión.

Conclusión

Los jóvenes constantemente están recreando su papel en la sociedad y esto lo hacen porque el joven es un actor social que se ve obligado a construir sentido y significados por sí mismo. Esta dinámica poiética es la forma en que se defiende del bombardeo de los medios de comunicación y la plasticidad de las redes sociales con relación a la construcción de identidades. Por tanto, el ser joven hoy significa ser creado de humanidad, por esto entendemos que los jóvenes son un lugar valioso de revelación de Dios y de acción del Espíritu Santo.

Colombia

La Región Caribe colombiana, localizada al norte del país, la conforman administrativamente 197 municipios pertenecientes a los ocho (8) departamentos de la región: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Sucre y la zona insular (Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina). En cuanto a su contexto social, padece serios problemas de desigualdad social, reflejados en las condiciones de vida de sus pobladores, problemas caracterizados en el ejercicio reflexivo del trabajo de Regionalización de la Provincia colombiana de la Compañía de Jesús como: Conflictos estructurales, violación de derechos de vida y crisis de humanidad. Yarn (1999) define el concepto de “estructurales” como “conflictos de larga duración que resisten a los intentos de solución y que típicamente envuelven una lucha por satisfacer necesidades humanas básicas, conflictos de valores o cuestiones que se alejan de soluciones ganarganar”.

Con presencia en la región Caribe, desde sus primeras misiones en Cartagena (1589), luego con la fundación del colegio en la ciudad, en 1604 y más tarde con el destacado trabajo con los esclavos de manos de los PP. Alonso de Sandoval y Pedro Claver, S.J. y sus sucesores, entre 1605-1654 (Pacheco, 1959, pp. 67- 71; 90-100; 239-296 y Pacheco, 1962, pp. 137-160), la Compañía de Jesús ha buscado trabajar en favor de los menos favorecidos de la región (en esta época colonial, fundamentalmente a través de la catequesis de niños y adultos, atención a los enfermos, a los presos, y a las comunidades negras e indígenas). Desde el regreso de los jesuitas a Cartagena en 1896 (tras haber sido expulsados del país en 1767, mediante breve pontificio de Clemente XIV) se ha procurado especialmente en estos últimos años, con el proceso de Regionalización1 (2010-actualmente) de la Provincia colombiana, centrarse en 3 “fronteras” o ejes fundamentales: la espiritualidad, los derechos humanos y la educación -a lo que se añade como horizonte fundamental el trabajo por la reconciliación y la paz (Camacho, s.f., p. 3), esto principalmente desde las acciones desarrolladas a través de las obras sociales, educativas y pastorales del Centro de Cultura Afrocaribe -Cartagena-, el Colegio San José -Puerto Colombia-, los colegios de Fe y Alegría -en Cartagena (5), Córdoba (1), Barranquilla (3) y Santa Marta (2)- las Parroquias Santa Rita y San Pedro Claver, la Casa de Ejercicios Villa Claver, la Misión San Pedro Claver y el Santuario y Museo San Pedro Claver -estas obras en Cartagena-.

En materia de educación y desde el conocimiento que la Asociación de Colegios Jesuitas de Colombia -ACODESI- tiene directamente sobre el Colegio San José (ubicado en Puerto Colombia, departamento del Atlántico), este ha desarrollado su labor educativa en los últimos dos años, llegando a una población promedio de 1.135 estudiantes (852 familias) y 207 personas entre docentes, administrativos y personal de apoyo escolar y mantenimiento, de Barranquilla y sus alrededores, a través de diferentes acciones formativas, entre las cuales se han distinguido por su proyección social a la ciudad y a otras comunidades:

• Los Banquetes Solidarios de las diferentes secciones (Preescolar, Primaria y Bachillerato), que han logrado las metas propuestas con la colaboración de padres de familia.

• Solidaridad del colegio con la población necesitada de Santa Lucía (al sur del Departamento del Atlántico), como también con las rancherías Perramana y Wayapo (del departamento de La Guajira).

• Apoyo de profesionales -padres de familiapara apoyo en brigadas de salud en las poblaciones anteriormente mencionadas, destacando el fortalecimiento del servicio médico en las Rancherías de La Guajira (por medio de un médico padre de familia del colegio).

• Participación estudiantes y sus acompañantes, de la experiencia del Servicio Social Javeriano, del Colegio Javier (Panamá), en contacto con diferentes poblaciones del país.

• Participación de los estudiantes en diferentes eventos, locales, regionales, nacionales e internacionales, a nivel cultural, deportivo o académico.

La Pontificia Universidad Javeriana también tiene presencia en la región, con varios programas en Barranquilla y en asocio con el Santuario de San Pedro Claver, desarrolla una maestría en estudios Afrocolombianos. El Centro de Investigación y Educación Popular y Programa por la paz -CINEP/ PPP-, también lleva a cabo procesos formativos con líderes sociales y agentes populares.

Es de destacar el proceso pedagógico de formación en Derechos Humanos que desde el 2017 ha impulsado el Santuario de San Pedro Claver: La Ruta verde del Papa Francisco.

Cuba

En 2010 comenzó la Compañía a abrir aulas de repaso escolar en el edificio de La Anunciata, al fondo de la iglesia de Reina. Hoy en día calculamos en más de 2,000 los alumnos de los seis centros Loyola de Reina, San Miguel y Diezmero en La Habana, y de Cienfuegos, Camagüey y Santiago. Se ofrece repaso escolar, artes (música, danza, teatro y artes plásticas), informática, lenguas, y cursos de formación de pequeños empresarios y cooperativistas, de manualidades, y de desarrollo personal y teología.

Cada año la Red de Centros Loyola organiza un programa de formación para educadores invitando educadores de otros países. Hasta ahora han venido Sonia Adames y Elvis Rodríguez, de Fe y Alegría dominicana, Luisa Pernalete, de Fe y Alegría venezolana, Roque Félix, del Centro Juan Montalvo de República Dominicana, e Ivonne Guzmán, del CINEP de Colombia.

Estamos en la reflexión sobre la conveniencia de aliarnos a la Federación Internacional de Fe y Alegría.

Además todas las diócesis de Cuba tienen las Escuelas de Verano para maestros donde se ofrecen cursos de capacitación educativa. El de La Habana se realiza en los locales de La Anunciata. Algunos de nuestros educadores participan como docentes.

La Compañía está coordinando el equipo de reflexión educativa (ERE) de la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR).

El P. Román Espadas con un grupo de la Asociación de Pedagogos fomenta la difusión de la educación popular, sobre todo a través de actividades alrededor de la Feria del Libro.

El P. Domingo García tiene un programa de repaso escolar en Santiago de Cuba en la parroquia Sagrada Familia.