Compartimos el Boletín Informativo de la Compañía de Jesús en Cuba. 

El texto principal está escrito por el P. Jorge Cela, SJ, Coordinador de la RED de Centros Loyola en Cuba.

 

Queridos amigos y amigas:

Este año estoy tarde con mi carta de navidad. Y es la primera buena noticia. He estado hasta última hora ocupado en muchas cosas que han pasado en 2018 y quisiera contarles. Como saben sigo en La Habana, en la iglesia de Reina. Dedicado a los Centros Loyola. Estos son un proyecto nuevo de los jesuitas en Cuba, que combinan trabajo social con educación.

Aparecieron cuando se permitió lo que han llamado la educación complementaria. Surgieron entonces muchos centros en toda la isla. Algunos son emprendimientos individuales de cuentapropistas de educación. Otros, como los nuestros, son centros de servicio social que ofrecen educación gratuita a poblaciones en riesgo.

Este año en octubre hemos abierto el sexto Centro Loyola en el barrio Diezmero. En total estamos educando más de 2,000 alumnos: niños jóvenes, adultos y personas de tercera edad. Estamos presentes en Santiago de Cuba, Camagüey, Cienfuegos y en tres puntos de La Habana: Centro Habana y San Miguel del Padrón.

Funcionamos como una red: con autonomía que nos permite responder a la realidad de cada sitio, pero con una mística común y una fuerte colaboración. Me ha tocado este año coordinar esa red que tiene su asamblea anual, reuniones periódicas de los directores y de homólogos, y comparte recursos, proyectos y formación.

En el Centro Loyola Reina, en La Habana, tenemos más de 700 alumnos. Uno de los programas es INCUBA EMPRESA para formación y apoyo a cuentapropistas y cooperativas. Este año hemos hecho cinco investigaciones además de dar numerosos cursos, algunos a públicos nuevos como campesinos, no videntes y muchachas queriendo salir de la prostitución. Hemos terminado cinco investigaciones sobre la pequeña empresa y las cooperativas en La Habana. 

En 2018 nos hemos propuesto un proyecto común para todos los grupos que se reúnen en el Centro. Hemos escogido el tema del medio ambiente porque no sólo tiene dimensiones globales, sino también muy locales: vivimos en un barrio con problemas de agua, recolección de desechos, contaminación sónica, … Y todo el Centro he entrado con entusiasmo al tema. Hasta uno de los trabajadores del Centro, que estudia pintura, se ha animado a pintar un bello mural en el patio.

Este año la actividad cultural del Centro ha incluido la puesta en circulación de tres libros: La Transparencia del Tiempo, de Leonardo Padura; La Presencia de los Jesuitas en el Quehacer de Cuba, de José Luis Sáez, SJ; y Disponerse al Don, de Benjamín González Buelta, SJ. Tuvimos también un concierto de Jesuitas Acústico, el grupo musical de cuatro jesuitas de Chile, México, España y Dominicana.  Tuvimos conferencias de personas tan interesantes como Manolo Maza SJ, sobre Félix Varela, el Dr. Carlos Delgado, Oscar Jara y Marco Raúl Mejía, sobre educación, y el director cinematográfico Carlos Lechuga, con mucha participación del público.

Ha comenzado un segundo grupo de mujeres y se prepara un tercero de embarazadas para comenzar el próximo año. Los cursos de tercera edad siguen con gran entusiasmo. Durante el día tenemos muchas abuelitas aprendiendo inglés para hablar con sus nietos, que no entienden español, o descubriendo los secretos de sus celulares, o en las otras muchas ofertas de cursos.

Por las tardes el centro se llena de niños y jóvenes que vienen a la biblioteca infantil o al refuerzo escolar o a las diversas artes, como música, danza, teatro y artes plásticas. Los cursos de idiomas este año han convocado muchos universitarios. Gracias a la generosidad de nuestros donantes este año hemos instalado un tercer laboratorio de informática.

Este año tuvimos dos semanas de taller de verano con niños y jóvenes. Nuestra orquesta juvenil tiene fama y la invitan a presentarse en otros espacios. 

Este año también dimos apoyo a otras instituciones de Iglesia: la evaluación de Caritas Habana, la coordinación del equipo de reflexión educativa de la Conferencia de Religiosos, la facilitación del Consejo de la Diócesis de Ciego de Ávila, el desarrollo de la Escuela de Verano para Maestros en nuestros locales y con nuestra participación, el apoyo al Plan Pastoral de la Iglesia Cubana y a la planificación de la parroquia, y la reflexión sobre el nuevo proyecto de Constitución.

Un educador del centro participó con una ponencia en el Simposio “El Gusto de las Ciencias”, de la Facultad de Pedagogía Enrique José Varona, ganando el reconocimiento como mejor ponencia.

Hemos hecho un esfuerzo por acercarnos de manera especial a las familias de nuestros alumnos.

Todos los que colaboramos en el Centro tenemos dos reflexiones que nos inspiran: sentimos que nuestro proyecto es Cuba y cada uno, en la tarea que le toca, procura construir la Cuba que sueña. Entre todos, en el Centro, cooperamos unos con otros para construir, en el pedacito de mundo que nos toca, el Reino que soñamos. Y eso nos entusiasma y se nota en la calidad de lo que hacemos. La otra inspiración nos viene del Evangelio. Jesús nos invita a ser la sal de la tierra. Esta imagen nos ilumina en nuestro trabajo. La sal tiene vocación de minoría. Si echamos demasiado dañamos la comida. Pero sólo un poquito es suficiente para sacar el buen sabor de toda la comida que está en la olla. 

Así nosotros queremos, siendo poquitos, hacer la diferencia, de forma que todo el buen sabor que hay en la gente de nuestro barrio, al contacto con el Centro, salga y empieza a llenar con su aroma las vidas de todos. Ya lo estamos viendo en las caras de la gente que viene al Centro: nuevas sonrisas de esperanza, nuevas actitudes ante la vida, nuevas relaciones más fraternas, un sabor nuevo para la vida.

Como en la Navidad, que Jesús chiquito cambió la vida de todos.

¡Un abrazo para todos y feliz 2019!

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