En la mañana del martes 13 de septiembre, el Padre David Pantaleón, superior de los jesuitas en Cuba, salió de la isla porque su permiso de residencia no fue renovado. David es también el presidente de la Conferencia Cubana de Religiosos y Religiosas (CONCUR). En sus cinco años de servicio en la Isla acompañó a muchos religiosos y religiosas, y las diversas iniciativas de la Conferencia, entre ellas el acompañamiento a los presos y a sus familias.

Sus compañeros jesuitas, sus amigos y amigas, el pueblo al que sirvió con dedicación, alegría y generosidad durante los últimos años, agradecen enormemente su servicio, su amabilidad, su cercanía y su cariño, así como su capacidad de enfrentar evangélicamente cualquier tipo de violencia y su apertura al diálogo.

Como sacerdote, pastor, amigo, músico y poeta, David supo transmitir un mensaje de fe y esperanza en Cristo, en una misión decidida y firme “por la reconciliación y la justicia”, como dice la última Congregación General de los jesuitas.

Su salida nos llena de tristeza, pero a la vez de gratitud por todo el bien recibido a través de él. En su nueva misión estará profundamente unido al pueblo cubano, tanto en sus alegrías como en sus dolores.

Agradecemos al Señor por la vida y el servicio de David en Cuba. Rogamos por los demás compañeros del cuerpo apostólico de la Compañía de Jesús, hombres y mujeres que en Cuba dan testimonio del amor incondicional de un Dios que quiere reunir a todos en un solo pueblo liberado de toda maldad, mentira e injusticia. Que Dios los bendiga y los llene de su fuerza.

Roberto Jaramillo, S.J.
Presidente CPAL

 

Oficina de Comunicaciones CPAL