Compartimos el artículo de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena - RSAI, redactado por Menca Yacame, indígena baré y profesora en Educación Inicial. Publicación de la edición N⁰ 176, junio 2022, de la Revista La Iglesia en Amazonas, Venezuela.
Los nichos etnolingüísticos son espacios de formación integral fuera del ámbito escolar, donde el hogar y el entorno sociocultural indígena tradicional se reproducen y amplían como espacios de aprendizaje, con los sabios, ancianos y hablantes de los idiomas de los pueblos indígenas. Actualmente, en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, Venezuela, existen varios nichos etnolingüísticos, entre ellos están el warekena, el baré y el baniva, los cuales constituyen un mecanismo de resistencia en medio de un contexto plagado por la depredación minera, la precarización de la vida, y el reclutamiento forzado de la niñez indígena.
El nicho etnolingüístico Kisíyuli Jani se encuentra ubicado en Lomas Verde sector la U. La creación de este espacio alternativo para la revitalización del idioma originario Baré se da a través de un proyecto de Funda Ayacucho y la Asociación Civil Iwini bajo la responsabilidad del antropólogo Omar González Ñáñez y el profesor Manuel Larreal.
El espacio alternativo, Nicho Etnolingüístico Baré “KISÍYULI JANI”, fue fundado el 14 de junio de 2014; lleva este nombre en honor al ave arrendajo por su particular habilidad en poder imitar los cantos de todas las aves.
En este espacio se realizan actividades para las prácticas culturales propias del pueblo Baré, como la gastronomía, la danza y, con mayor realce, la revitalización del idioma, con la disposición de un coro y la participación de niños, niñas y adultos. Esta iniciativa se motivó debido a la desvalorización de las lenguas nativas y, en muchos casos, la poca práctica de hablarlas.
Hemos notado la prevalencia del uso del idioma dominante (el español) como mecanismo de adaptación al contexto social también dominante (la transculturización): las generaciones recientes se encuentran en un proceso de olvido de su lengua materna indígena.
Comenzando el siglo XXI, quedaban pocos hablantes del idioma Baré y su identidad cultural lucía diluida. Aun así, dependiendo de la situación, los antropólogos antes mencionados se acercan a la vivienda del profesor Pompilio Yacame para proponerle crear un nicho etnolingüístico del pueblo Baré debido a que el profesor ya tenía referencias, en participar en tesis doctorales de la Universidad Central de Venezuela, como hablante y escribiente de la lengua de este pueblo originario; estaba además comprometido en lucha personal por preservar, fortalecer, revitalizar y revalorizar el idioma y la cultura de este pueblo originario.
El nicho etnolingüístico Kisíyuli Jani comienza las actividades originariamente en la antigua Escuela Básica Cacique Aramare, con una matrícula de 12 niños en su mayoría hijos y nietos de los adultos que se encontraban en la escuela de Idioma Indígena Baré Pompilio Yacame bajo la responsabilidad del profesor Pompilio Yacame y Menca Yacame. Por razones que desconocemos, sólo funcionó 3 meses en ese espacio, luego se trasladó al Barrio Lomas Verde donde tiene su funcionamiento, hasta los actuales momentos, en un anexo de la vivienda de la familia Yacame Morillo. En este espacio alternativo se desarrollan actividades que favorecen en los niños el fortalecimiento del idioma baré, difunden su uso en otros contextos públicos y garantizan su transmisión generacional, preservando el idioma y la cultura, junto con el conocimiento y la sabiduría ancestral. Así se logra reafirmar la existencia de una población originaria.
En los actuales momentos, con el fin de ir dándole responsabilidad a la generación de relevo, el nicho cuenta con un sabio asesor y tres docentes dependientes del Ministerio de Educación: la profesora en Educación Inicial Menca Yacame, la profesora en Matemáticas Freimar Yacame y la politóloga Orieta Ortega, todas bajo la asesoría del profesor Pompilio Yacame.
El nicho etnolingüístico “Kisíyuli Jani” tiene como objetivo principal el fortalecimiento del nuestro idioma originario para la interacción social de nuestra población infantil; propicia además el uso del idioma y la asimilación de la cultura entre los individuos que desean adquirirla. Esto se da a través de las relaciones interpersonales con los adultos responsables, realizando actividades programadas y actividades mentales, ya que la meta no es solo aprender a hablar nuestro idioma Baré, sino darle uso en el entorno familiar y social. Al lograr este intercambio con las personas de otras culturas, allí sí estaremos construyendo la revitalización lingüística de nuestro pueblo originario Baré.
Debido a que el nicho lingüístico se encuentra en un espacio urbano, usamos recursos alternativos para el fortalecimiento en el aprendizaje y uso del idioma; entre ellos podemos mencionar:
Aprender a escuchar: que los niños entiendan el idioma, usar gestos, discriminar sonidos, repetir mentalmente, prestar atención.
Aprender a hablar: escuchar al hablante, practicar las palabras mucho más de lo que se cree que es suficiente, vencer el miedo y la vergüenza, pronunciar adecuadamente, interactuar con hablantes.
Aprender a leer: aprender a hablar para pronunciar bien, organizar símbolos y aprenderlos, decodificar, relacionar lo escrito con lo oral.
Aprender a escribir: conocer símbolos y sonidos, destreza motora, separación de silabas, escribir correctamente el idioma originario, conocer reglas ortográficas del idioma Baré.
El nicho lingüístico “Kisíyuli Jani” (pichón de arrendajo) cuenta con pocos recursos naturales debido a su difícil acceso y su alto costo en el mercado; éstos son sustituidos por materiales reciclados como lo es el cartón, sacos de papel entre otros.
El vestuario que se utiliza es la saya y la nawa elaborada en tela, ya que, según información de nuestros sabios, cuando los antepasados se vieron obligados a vestirse, comenzaron usando ropas de marima. Los hombres adoptaron el guayuco y luego, debido a la época de la invasión colonial y el intercambio en la época del caucho y el balata, comenzaron con el uso del pantalón (sirura); las mujeres adoptaron la saya y la nawa (lo cual nos da una idea de lo tardío de su introducción) y un vestido largo con un hombro al descubierto.
Entre los logros obtenidos por nuestro nicho y los niños podemos mencionar:
• Creación del Himno del Pueblo Baré (autor Rafael Fuentes, arreglista musical Rafael Rojas).
• Participación virtual en el concurso de poesía en idioma indígena.
• Interpretación de canciones infantiles en idioma Baré.
• Festival de juegos tradicionales en nuestro nicho lingüístico.
• Procesos matemáticos propios del pueblo.
• Desarrollo de la motricidad fina y gruesa con actividades propias (conuco urbano).
• Fortalecimiento del coro en idioma baré.
• Ferias gastronómicas.
• Formación de niños zanqueros (kadi wenunte: canillas largas).
• Formación de trajes típicos con material reciclado.
• Cestería.
• Participación en el encuentro conexión amazónica (ORPIA).
Menca Yacame
Imágenes: Paulo Santos Interfoto, 2000
Información de la Red de Solidaridad y Apostolado Indígena - RSAI