Luego de un intenso trabajo de investigación compartimos el libro "Jóvenes del Caribe", una mirada a la realidad de la juventud caribeña. Esta investigación es posible gracias al Proyecto Caribe, de la Conferencia de Provinciales en América Latina y el Caribe (CPAL).

 

La misión de la Compañía de Jesús en el Caribe, que comprende un extenso territorio variado y multicultural, es multiforme en su respuesta y está animada por un profundo deseo de escuchar y seguir al Señor que nos llama a colaborar con Él. Uno de esos deseos es “acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador” (PAU, n.3). En el desarrollo de este acompañamiento creativo y novedoso, la voz de los jóvenes es el potencial que busca sembrar esperanza en el presente y para el futuro. Es así que el Proyecto Caribe, de la Conferencia de Provinciales en América Latina y el Caribe (CPAL), ofrece los resultados de la investigación de “Jóvenes del Caribe”, fruto de una mirada contemplativa a la realidad de los jóvenes caribeños en lugares en donde la Compañía de Jesús tiene presencia apostólica.

Este trabajo implicó un esfuerzo continuo de colaboración y trabajo en red con personas y organizaciones diversas. Nuestro agradecimiento inicial es a la Dra. Rosa Aparicio, del Instituto Ortega y Gasset, de España, cuya dedicación atraviesa cada página, dato e interpretación de resultados, pues sin su generoso concurso esta investigación no habría sido posible; gracias también a sus inmediatos colaboradores Ruth Vargas y Diego Rodríguez. En distintos lugares de Cuba, Haití, la región atlántica de Colombia, Guyana, República Dominicana y Venezuela, se contó con la colaboración de numerosas personas y organizaciones que ayudaron a que los jóvenes se interesaran por responder el extenso cuestionario de esta investigación; también a ellos/as nuestro sincero
agradecimiento.

En este camino se ha escuchado la voz de 2.439 jóvenes caribeños. De su garganta surgen múltiples invitaciones: re-aprender a crear vínculos sociales, políticos, culturales y éticos novedosos con
los jóvenes, re-pensar el lenguaje religioso y espiritual para hablar de Dios, y re-imaginar cómo dejar un mundo habitable para las próximas generaciones, entre otras muchas. Son invitaciones ‘vivas’,
son llamadas abiertas que se seguirán transformando en la medida que dejemos a los jóvenes interpelar nuestra misión con ellos y este mundo. Sólo así seremos oyentes de las palabras-semillas que irán germinando y transformando los territorios caribeños en espacios de encuentro con una humanidad renovada.

Ahora nos corresponde discernir con ellos nuestra respuesta apostólica a los sueños esperanzadores que los jóvenes dibujaron para la misión de la Compañía de Jesús, de la Iglesia y de la sociedad en su conjunto.

Invitamos a todos a leer cordialmente -con una mirada verdaderamente discerniente- los datos y resultados de esta investigación, y a compartirlos y difundirlos entre las redes de trabajo de la Compañía de Jesús, de la Iglesia y sociedad civil. Todos sumamos en el empeño de acompañar y construir con los jóvenes un futuro esperanzador.

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Oficina de Comunicaciones CPAL