En el II Aniversario de publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Querida Amazonia’, Vatican News dialogó con Mauricio López Oropeza, Director del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM, sobre los pasos dados en la aplicación de las exhortaciones de este documento y los principales desafíos para la Iglesia en la Amazonia.

 

A dos años de la publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Querida Amazonia’ – documento que recoge las propuestas y conclusiones de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, que se desarrolló del 6 al 27 de octubre de 2019, bajo el título: “Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral” – Mauricio López Oropeza, Coordinador del Equipo de la Primera Asamblea Eclesial y Director del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM, traza un balance del camino recorrido por la Iglesia en la Amazonia bajo la inspiración de esta Exhortación y señala que, “hay mucho camino por andar, pero podemos decir que, el ritmo de la Iglesia en la Amazonía, el ritmo de la Iglesia en América Latina y creo que la influencia en algunos aspectos de la Iglesia Universal, tienen el sello de este proceso, tienen el sello de Querida Amazonia y tienen la huella viva este pueblo de Dios en camino”.

- Dos años después de la publicación de Querida Amazonia, ¿cuánto se ha avanzado en la aplicación de las exhortaciones de este Documento Postsinodal?

R.- Si bien para algunos podría parecer algo menos significativo, en este II Aniversario de la Exhortación Querida Amazonia del Papa Francisco, lo más importante es que el proceso continúa. La irrupción de un nuevo sujeto eclesiológico desde los pueblos, comunidades y la Iglesia encarnada en la Amazonía, sigue avanzando y dando vida a toda la Iglesia y a ese territorio, ahí está la gran novedad de este proceso. Mucho más allá, de solamente un documento inspirador, Querida Amazonia ha acogido, afirmado y abrazado un programa. Y más importante todavía es que, está periferia que irrumpió en el centro para ayudar, para iluminar, sigue avanzando con este programa.

En este sentido, hay mucha vida en movimiento en la Amazonía, independiente de la terrible situación de pandemia que sigue golpeando, sobre todo, a los pueblos más vulnerables y que refleja justamente la urgencia de nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral. Es en medio de esta pandemia que nos damos cuenta que se sigue avanzando en una necesidad imperante e irrenunciable de transformar la dinámica eclesial, de seguir tejiendo la conversión pastoral. Esto es lo que intuye el Papa Francisco, abraza la historia de un camino andado, la afirma en el momento de renovación eclesial y la proyecta para adelante. Así que, en este sentido vemos realmente que el proceso sigue vivo, que ha sido absolutamente determinante en la respuesta mucho más profunda, más testimonial, profética, eficaz, de la Iglesia en medio de esta pandemia y con absoluta mirada a seguir tejiendo esta conversión junto con la Iglesia regional y con la Iglesia universal.

- ¿Cuáles son los principales logros que se han alcanzado en estos dos años de Querida Amazonia y cuáles son los principales desafíos que se presentan a esta Exhortación Postsinodal?

R.- En el sentido de logros concretos es evidente: primero, la apropiación que muchas comunidades, pueblos, organizaciones e instancias eclesiales han hecho del proceso. Querida Amazonia ha sido una carta de amor del Papa para afirmar que sus propuestas y sus voces son relevantes y en muchos sitios se sigue reflexionando, asumiendo, incorporando, algunas de las grandes novedades como propuestas pastorales que desde Querida Amazonia se plantea.

Es indudable también que, la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la CEAMA, qué es un fruto directo de esta experiencia del Sínodo y afirmado por la Exhortación Apostólica, es ahora el instrumento habilitante en construcción, pero ya con aprobación canónica ad experimentum por el Papa Francisco, para poder asegurar que, en clave estructural, con mirada de largo plazo y con perspectiva territorial-regional y plenamente eclesial, se siga avanzando en estos procesos.

Se están creando comisiones, grupos de trabajo, que ya desde hace un tiempo atrás y algunas de ellas han venido ya articulando sus reflexiones, definiendo un camino para andar y en el momento presente, se sigue impulsando con una planificación pastoral que se está haciendo para la CEAMA; pero, sobre todo, enfocando en algunas de las temáticas más urgentes: el tema de la ministerialidad, el tema de la formación para esa ministerialidad, los ministerios femeninos, los aspectos de la espiritualidad inculturada, algunas temáticas asociadas a la ecología integral, al cuidado de la casa común, temas también asociados con ámbitos de comunicación, defensa de los pueblos, derechos humanos, y luego, sobre todo, otros elementos habilitantes cómo son la creación del rito amazónico, los diaconados permanentes, etc.

La otra gran novedad es que, muchas de las instancias que ya estaban articuladas alrededor de procesos transformadores eclesiales en este territorio, tanto eclesiales como no; pero sobre todo, desde la Iglesia como la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, que tuvo un rol absolutamente determinante en la escucha y en la preparación del Sínodo Amazónico, que condujo a Querida Amazonía. Así como la Vida Consagrada en la región que es la CLAR, el CELAM como Consejo Episcopal, las Caritas de América Latina y muchas de las alianzas que se están estableciendo en materia también de articulación con los pueblos originarios, como el Foro Social Panamazónico, como la Alianza Mundial por la Amazonia, todas estas instancias recibieron un fuerte impulso de esta Exhortación Apostólica para reafirmar sus causas, sus cauces, sus procesos, sus agendas.

En este sentido, la amplitud de mirada de Querida Amazonia, logró asumir los llamados desde el territorio, pero perfilar con la mano valiente y clarividente del Papa Francisco, el empuje hacia el futuro porque los cambios son necesarios ahora, progresivamente, pero ahora; en clave de Iglesia, en un ritmo pausado pero concreto, visible y evidente y en materia ecología integral con cambios que necesitan ser hechos ya ante la enorme crisis ambiental que estamos viviendo. Hemos visto cómo han discernido todas estas instancias a partir de Querida Amazonia para reorientar sus misiones, reafirmar sus misiones, afirmar más las causas de incidencia política y seguir produciendo transformaciones que durante la pandemia como ya expresada, ahora están teniendo todavía mayor relevancia; si no hubiéramos tenido la Asamblea del Sínodo Amazónico, el proceso de escucha y la Exhortación Apostólica, estoy absolutamente seguro que la respuesta de la Iglesia en articulación con la sociedad y las comunidades frente a la pandemia hubiera sido mucho más frágil, más fragmentada, menos decidida.

Evidentemente ha sido insuficiente, siguen siendo crucificados hermanos y hermanas que viven en ese territorio, asesinados por defender la vida, perseguidos, criminalizados, la deforestación ha crecido de manera implacable durante la pandemia, pero la fuerza de los procesos se ha visto también revestida de la presencia del Espíritu Santo, gracias a esta Exhortación Postsinodal que hoy cumple 2 años de vida.

- ¿Cómo podemos contribuir para hacer realidad los sueños de Querida Amazonia, en este camino sinodal y eclesial que esta viviendo la Iglesia en América Latina y El Caribe?

R.- Y en materia de los cambios específicos que se están dando a nivel regional en toda América Latina, yo actualmente tengo el privilegio de colaborar en el Consejo Episcopal Latinoamericano y participó en todo lo que es la visión y la acción pastoral de este Consejo, así como he podido colaborar con un grupo maravilloso de personas en todo el proceso de la Asamblea Eclesial, tanto en la escucha, la sistematización de las voces, como la metodología y puedo decir con certeza que, toda la dinámica de renovación y reestructura del CELAM, la que fue aprobada ya para los siguientes años, viene explícitamente inspirados en los cuatro sueños pastorales del Papa en Quería Amazonía, cuatro sueños que vienen del pueblo de Dios, que reflejan la vida, la esperanza y sus dolores, pero que son asumidos por el Papa, sueño social, sueño cultural, sueño ecológico y sueño eclesial.

No solo eso, muchos de los dinamismos pastorales que se están ahora construyendo, articulando a partir de redes, plataformas, con una visión mucho más amplia y una visión ministerial, una visión también de conversión integral, tiene la huella y la trama directa de Querida Amazonia.

Y por último, toda la Asamblea Eclesial, el modo de escucha, el modo metodológico de preparación, la gran participación del pueblo de Dios, la visión eclesial no solo episcopal y la presencia de la periferia, de los improbables en el proceso son fruto del camino hecho con el Papa Francisco en la Amazonía y que se volvieron instrumento vivo, no solo de papel sino de vida que transforma gracias a la Exhortación Querida Amazonia.

Hay mucho camino por andar, pero podemos decir que, el ritmo de la Iglesia en la Amazonía, el ritmo de la Iglesia en América Latina y creo que la influencia en algunos aspectos de la Iglesia Universal, tienen el sello de este proceso, tienen el sello de Querida Amazonia y tienen la huella viva este pueblo de Dios en camino, de los pueblos y comunidades indígenas, campesinos y de las iglesias y de los miembros de la Iglesia encarnada en este territorio.

 

Imagen e información de vaticannews.va