Este texto fue elaborado por Reinaldo Rojas a partir del "Análisis de la realidad de América Latina y El Caribe. Caso: El Caribe, una mirada histórica y geopolítica", presentado por el canal Somos Jesuitas en YouTube el 23 de marzo de 2021 y en el que participó como ponente.

 

Quisiéramos iniciar nuestra reflexión histórica y geopolítica sobre el Caribe a partir de las siguientes interrogantes: El Caribe ¿es parte constitutiva de lo que hoy denominamos América Latina? Cuando decimos América Latina y el Caribe, ¿a qué nos referimos? ¿Estamos adicionando esta región geográfica a la dinámica histórica de América Latina? O ¿estamos conscientes de que se trata de una realidad geo histórica y geopolítica diferente?

Cuando nos referimos a países como Puerto Rico, Cuba, Haití, Jamaica, Guadalupe, Aruba o Barbados, ¿estamos hablando de uno o de varios circuitos económicos? ¿Estamos pensando que estos países, por el solo hecho de estar ubicados en el Mar Caribe, conforman una unidad económica propia? ¿O cada uno de esos países responde a dinámicas económicas diferentes y en muchos casos extra continentales?

¿A qué centros de influencia geopolítica está vinculado El Caribe? Cuando nos referimos a Puerto Rico, Cuba, Jamaica, Guyana, Aruba, Islas Vírgenes, Guadalupe ¿estamos pensando en Estados nacionales independientes con una política común frente a otras regiones del mundo?

Los sistemas educativos de países como Puerto Rico, Cuba, Curazao, Guayana Francesa, Guadalupe, Barbados, ¿están integrados a una visión histórica y prospectiva caribeña? Y finalmente, ¿cuáles son las expresiones de identidad cultural en la literatura, en la música, en la pintura, en la religiosidad popular?  En síntesis: ¿Hacia dónde mira El Caribe?

El Caribe: Tiempo, espacio y poder político.

Estas preguntas nos permiten orientar nuestro análisis de la realidad actual del Caribe a partir de dos miradas o enfoques: el enfoque geo histórico y el análisis geopolítico. ¿Qué entendemos por ambos enfoques?

El enfoque geo histórico (1), postulado por el geógrafo venezolano Ramón Tovar (1986), nos permite abordar el estudio del Caribe como una comunidad humana que ha organizado su espacio de vida en condiciones históricas determinadas. En este sentido, el poblamiento humano y las actividades económicas correspondientes, vendrían a ser las dos vertientes de la organización del espacio Caribe en un tiempo histórico determinado. Ese tiempo histórico, como variable temporal de nuestro análisis, estaría dividido en los siguientes periodos:

  1. Tiempo histórico aborigen pre-colonial, correspondiente al largo periodo de vida de los pueblos y naciones indígenas de lengua caribe y lengua arawak que habitaban esta región americana, antes de la llegada de los conquistadores europeos, es decir, hasta el siglo XV. (Lara: 1986)
  2. Tiempo histórico colonial, correspondiente al dominio europeo iniciado con la llegada de Cristóbal Colón, en 1492, a la isla de Guanahani, hoy Watling, perteneciente al archipiélago de las Islas Bahamas, hasta el presente, ya que, a diferencia del continente, todavía en el Caribe existen dependencias territoriales europeas y norteamericanas.
  3. Tiempo histórico republicano o de los Estados Independientes, que se inicia con Haití en 1804 y Santo Domingo en 1844, pero como una excepción, ya que en el espacio caribeño el dominio colonial europeo permanece a lo largo de todo el siglo XIX. Es, en la segunda mitad del siglo XX, que este conglomerado de pueblos obtiene su independencia política, mientras otras islas siguen bajo dominio colonial hasta la actualidad. Esa temporalidad, que como se aprecia no es lineal, estará presente en nuestro análisis geopolítico. ¿En qué sentido?

En el análisis geo histórico (1), las variables de análisis son el poblamiento y la actividad económica que organizan el espacio, generando el concepto de región funcional, que el geógrafo francés Etienne Juillard  define como el cuadro espacial de actividades humanas, heterogéneo pero coherente, organizado alrededor de un centro: la metrópolis regional (Guevara Díaz: 1977). Hay centros geoeconómicos y centros geopolíticos. ¿Cuáles son esos esos centros? Estas centralidades ¿están dentro o fuera del Caribe?

En el análisis geopolítico (2), que involucra Estados, Ideologías y Derecho (Vincens Vives: 1981), el objeto de estudio es – en nuestro caso - la dinámica del poder y su posicionamiento en el espacio, en un tiempo histórico determinado. En el caso que nos ocupa, al entrar tanto América Latina como El Caribe en la modernidad, a través de los procesos de independencia que se inician en el siglo XIX, se trata del poder institucionalizado y representado en el Estado moderno.

En el periodo colonial, la geopolítica la protagonizan los Imperios. Con la Independencia, los nuevos actores de la geopolítica serán los Estados nacionales independientes, en un escenario de conflicto entre los viejos imperios coloniales y la emergente potencia capitalista norteamericana.

Empecemos, pues, nuestro análisis describiendo brevemente el soporte natural del espacio geo histórico de El Caribe, para luego pasar a las relaciones geopolíticas.

ANÁLISIS GEO HISTÓRICO

El Caribe: Un complejo de mares y costas mediterráneas

Lo que denominamos Mar Caribe es un complejo de mares y costas mediterráneas, con multitud de canales, puertos, estrechos y fosas marinas. En el noroeste, encontramos el mar del Golfo de México, con costas en el Estado mexicano y sur de los Estados Unidos, hasta la península de la Florida, y una porción de la isla de Cuba. Al noreste, vemos el mar del Estrecho de la Florida que se abre a las aguas del Océano Atlántico, con un Caribe constituido por el Archipiélago de las Islas Bahamas, las islas Caicos y Turcas, y las costas de las islas de Cuba, Haití y República Dominicana.

Un tercer mar es el de las Islas Caimán, que baña las costas de la Península de Yucatán, Belice y Honduras, en el continente, y las islas de Jamaica y el sur de Cuba. Y el cuarto mar: que es el Mar Caribe propiamente dicho, bordeando las costas continentales   de Colombia y Venezuela, y las islas de Curazao, Aruba y Bonaire, al centro, y la fachada sur de Jamaica, Haití, República Dominicana, Puerto Rico y el arco de islas orientales que van desde las Islas Vírgenes hasta Trinidad y Tobago, ya en el Atlántico, frente a Venezuela. Al extremo más oriental de este mar, que es el Mar de los Caribes, vamos a encontrar las Guayanas. Como puede apreciarse en el mapa (siguiente), lo que denominamos Mar Caribe está constituido por varios espacios acuáticos y territoriales.

En consecuencia, cuando hablamos de El Caribe nos estamos refiriendo a dos dimensiones; una amplia, constituida por islas y costas continentales, que funciona como un mediterráneo americano, que algunos autores denominan el ‘Gran Caribe’. Y otra restringida a las islas, es decir, al denominado Caribe insular o Antillas mayores y menores.

Finalmente, hagamos una reflexión sobre el origen y uso de la denominación toponímica de la región. Como se sabe, fue el propio Cristóbal Colón el que denominó en sus informes y cartas a los territorios que fue descubriendo, Indias Occidentales.  Este el termino con el cual se legisla en España y el cual pasa al mundo anglosajón traducido como West Indies. En el caso de Francia, prospera el término de Antilles, en referencia a Antilia: isla imaginaria que los geógrafos europeos de finales del siglo XV ubicaban al oeste de las Islas Azores.

Esta diversidad etimológica sigue presente en los estudios modernos que hemos podido consultar sobre esta región. Por ejemplo, cuando el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), organismo creado por la OEA, se plantea elaborar en 1953 un Programa de Historia de América, en el denominado Periodo Indígena aparece la Zona Circuncaribe, programa elaborado por el antropólogo venezolano Miguel Acosta Saignes. Y en 1973, en la Historia General de América, coordinada por el historiador venezolano Guillermo Morón, el Tomo 33 llevará por título: El Caribe y las relaciones hemisféricas de América, con la autoría de los historiadores G.M. Mount y J.C.M Ogelsby.

Pero es, tal vez, Biografía del Caribe, del escritor colombiano Germán Arciniegas (1966), una de las primeras obras en lengua castellana que se plantea abordar como un todo y en cuatro tiempos la Historia del Caribe: el siglo del oro, el siglo de la plata, el siglo de las luces y el siglo de la libertad. Y una interpretación más actualizada, escrita por el historiador dominicano Frank Moya Pons (2000), Historia del Caribe, con una visión global de todas las Antillas y de las colonizaciones de España, Inglaterra, Francia y Holanda, hasta llegar a la irrupción y creciente control político, económico y militar de los Estados Unidos en el Caribe.

De los estudios en lengua inglesa podemos citar los siguientes libros: A Short History of the West Indies, escrito por J. H.  Parry, y P. M. Sherlock (Londres, MacMillan, 1965) y  The Caribbean, por Franklin Knigt, (N.Y., Oxforf University Press, 1978) que como se aprecia son autores británicos y de los Estados Unidos. De allí la importancia de la obra pionera del trinitario Eric Williams, quien llegó a ser Primer Ministro de Trinidad y Tobago en 1961, Capitalism & Savery (The University of North Carolina Press, 1944).

En el caso de Francia, destacan los estudios del historiador Oruno Denis Lara, cuya obra Les Caraïbes fue publicada en Paris en 1986, contando con una versión en español publicada por la Academia Nacional de la Historia, de Venezuela con el título de Breve historia del Caribe. Y la obra del historiador Jacques Adelaïde-Merlande, Histoire Generale des Antilles et des Guyanes. (Paris, Ed. Caribéennes-Ed. L’Harmattan, 1994).

Esta breve ojeada a la historiografía caribeña nos permite apreciar el uso de varios topónimos para una misma realidad histórica: Indias Occidentales, Antillas y Caribe. Con estos elementos presentes, pasemos a revisar la dimensión geohistórica del Caribe.

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Reinaldo Rojas

Doctor en Historia, Profesor Titular jubilado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia (Venezuela) y colaborador del Centro Gumilla.